Váyase, señor Rajoy, y deje que la Historia le juzgue

    • Ni PSOE ni Podemos ni los partidos nacionalistas van a apoyar un gobierno popular. Tampoco lo harán en el futuro.
    • Rajoy, que tendrá que convocar elecciones en los próximos meses, se ha convertido en la verdadera prima de riesgo para la España de 2016.

Cuando Aznar adoptó el eslogan del "Váyase, señor González", lo hizo porque la misma figura del entonces presidente del Gobierno, más que su política, se había mostrado incompatible con la estabilidad política del país.

González aparecía ante la opinión pública como máximo responsable de la corrupción y, por acción u omisión, también del crimen de Estado. A esto añadió su ineficaz gestión económica, que puso a España y al Partido Socialista en una tesitura inexcusable: o cambio de líder o caos.

No sé qué resultó más difícil: si a España quitar a su presidente o al Partido Socialista sustituir a su secretario general. Lo que sí tengo claro es que tanto una como otro salieron fortalecidos con el cambio.

Diría incluso que retirarse de la política también benefició al mismo González. Con los años, se ha engrandecido su figura política e histórica y recuperado la dimensión que le corresponde. Felipe González es hoy, sin duda, un líder más respetado que hace dos décadas.Imposible mayoría absoluta

Podemos y PSOE han dejado ya claro, clarísimo, que no van facilitar la creación de un nuevo gobierno presidido por el PP. Ya están preparando las próximas elecciones generales en primavera.

Visto lo visto, el PP tampoco puede presumir el apoyo de otras formaciones nacionalistas, gallegas, vascas o catalanas.

El futuro político de Mariano Rajoy se decidirá en las elecciones que no tendrá más remedio que convocar en los próximos meses, elecciones que solo le dejan una posibilidad de supervivencia: sumar con Ciudadanos más de 175 escaños.

Rajoy sabe que, a día de hoy, esta pretensión no se corresponde con la realidad. Ni los 'arriolas' más optimistas creen en ella.Rajoy, nueva prima de riesgo

El presidente intentará apurar los plazos y presentarse como víctima de unos partidos radicales o intransigentes. Pero el fin de la tragedia está cantada, en forma de elecciones generales, que mostrarán un panorama bastante parecido al de ahora. Amarga victoria. Derrota dulce.

El guión está escrito. Sólo falta conocer cuánto tiempo demora Rajoy en aceptar que su carrera política ha terminado.

Qué ironía: se habrá convertido, como tantos españoles -y como Zapatero, Sarkozy o Berlusconi- en otra víctima de la crisis.

Veremos cuánto tarda, digo, y a qué coste para todo el país. Esta será la verdadera prima de riesgo para la España de 2016.

Sigue @martinalgarra

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