¿Y si los Reyes Magos hubieran traído a España unos políticos de verdad?

    • Tras las elecciones de 2013, conservadores y socialdemócratas alemanes firmaron un gran pacto de gobierno.
    • En España, los partidos políticos se han preocupado de marcar sus líneas rojas antes que de hablar sobre qué necesitan los ciudadanos en este momento.
El Bundestag queda constituido con Merkel negociando su coalición
El Bundestag queda constituido con Merkel negociando su coalición

Si la sociedad española pudiese recibir regalos de los Reyes Magos, habría pedido empleo y bienestar económico. Así lo indica el CIS en sus últimos estudios sociológicos. Para ello necesitaría unos políticos más preocupados por el bienestar ciudadano que por perseguir sus intereses particulares, como sucede en otros países europeos. Para muestra, un botón:

"La coalición de CDU, CSU y SPD cuidará que los cimientos de nuestra prosperidad y cohesión estén seguros y se amplíen. Queremos que todos en Alemania, niños, mujeres, hombres, jóvenes y viejos, en el Este y en el Oeste, puedan llevar una buena vida y que nuestro país se desarrolle por el buen camino todavía más".

Son las primeras líneas de un documento de 40 páginas (ver aquí) que concreta el programa de Gobierno de la Gran Coalición apoyada por los dos principales partidos alemanes tras las elecciones 2013, en las cuales ninguno obtuvo la mayoría absoluta. Y también representan una declaración de intenciones en consonancia con la primera estrofa de su himno nacional: "Deutschland, Deutschland über alles" (Alemania, Alemania sobre todo).Gobierno de coalición en dos meses

Las elecciones federales de Alemania se celebraron el 22 de septiembre de 2013. Los conservadores de la CDU-CSU salieron claramente vencedores, pero sin mayoría absoluta en el Parlamento. Necesitaban un acuerdo con alguno de los tres partidos de oposición: socialdemócratas, verdes o comunistas. El Partido Liberal, tradicional aliado de los partidos gobernantes en otras ocasiones, no había logrado obtener representación parlamentaria al no alcanzar el 5% de los votos, el mínimo que marca la ley electoral alemana.

Aunque Los Verdes no habían rechazado la posibilidad de pactar con los conservadores, Merkel optó por establecer conversaciones por el SPD, aspirando a un coalición similar a la que ya conoció el país entre 2005 y 2009. Además, la CDU no había tenido buenas experiencias en su relación con Los Verdes en ciertos territorios de Alemania, como Hamburgo y Sarre.

El SPD no había logrado un resultado satisfactorio, pero se reconocían la opción más apetecible para la CDU-CSU. Advirtieron de que no se iban a sumar al Gobierno automáticamente y que "lo importante eran las políticas".

El 17 de octubre, cerrada la opción de Los Verdes, y después de tres conversaciones exploratorias con el SPD, conservadores y socialdemócratas acordaron negociar un gobierno de coalición, decisión que recibió el visto bueno de los delegados del SPD consultados al efecto. De los 229 delegados, sólo hubo 2 abstenciones y 31 que votaron en contra.

Además, pusieron una serie de condiciones mínimas entre las que se encontraba la imposición de un salario mínimo interprofesional de 8,5 euros por hora, que entonces no existía en Alemania. "No renunciamos a ningún punto de nuestro programa antes de entrar a negociar, y hasta lo que sé, tampoco lo va a hacer la CDU", dijo el presidente socialdemócrata.

El 27 de noviembre los alemanes ya contaban con su tercer gobierno de gran coalición de su Historia. Se trataba de un acuerdo con un fuerte componente social, como declaró Merkel al anunciarlo, y tal y como deseaban en el SPD. Estos últimos no habían ganado las elecciones, pero habían conseguido imponer puntos sustanciales de su programa, como el salario mínimo.En Alemania, acuerdos, en España, "líneas rojas"

En España, por el contrario, lo que los políticos han puesto "por encima de todo" desde el 20D son sus líneas rojas: tanto en asuntos de liderazgos (véase la postura adoptada por Mas o Rajoy, que se niegan a dar un paso atrás para favorecer un gran pacto), como en otros relativos a la política económica, fiscal o social.

Pero, ¿es una línea roja para un socialdemócrata "detener el endeudamiento público y reducir la cuota de endeudamiento por habitante"? No lo ha sido para la socialdemocracia alemana, como reflejan muchos de párrafos del documento que firmó con sus adversarios de la CDU-CSU.

Tampoco lo fue para estos últimos introducir "un salario mínimo regulado y los convenios colectivos generales para cuidar sueldos justos". ¿Qué no daría Pedro Sánchez por ver a Rajoy firmando algo así en España? ¿Qué no conseguiría ante quienes dan por periclitado su liderazgo en el PSOE si pudiese arrancar del Gobierno compromisos como los siguientes?Compensar situaciones laborales inseguras, ingresos inadecuados o desequilibradosReducir lo contratos abusivos y trabajo temporal, disiminuir la porbreza de los mayores.Reducir las diferencias salariales entre hombres y mujeres.Superar situaciones de precariedad.Aumentar las inversiones fomentando el desarrollo sostenible.Proteger a los contribuyentes.Promover trabajos para todos, seguros y bien pagados.

Son palabras extraídas del texto que resume el resultado de decenas de conversaciones entre el equipo de negociadores dirigido por Ángela Mérkel y el del líder del Partido Socialdemócrata alemán, Sigmar Gabriel. El 80% de los afiliados del SPD votó a favordel documento, del cual el mismo Gabriel afirmó que "iba a enorgullecer a la clase trabajadora".Proteger tanto el medio ambiente como la competitividad

En los acuerdos de gobierno, los partidos dejan de lado la retórica de campaña, llena de acerbas críticas a los adversarios, y se centran propiciar medidas que puedan beneficiar a toda la sociedad, con independencia de quién se pone la medalla por lo conseguido.

La SPD perdió las elecciones frente a Merkel(193 escaños frente a 311), pero consiguió que el programa del actual gobierno de la cancillera se haya comprometido por escrito "a hacer crecer todavía más los medios destinados a la educación a través del trabajo en común de Estado y los Länder)".

Por desgracia para España, tras casi tres semanas de las elecciones que arrojaron el Congreso más fragmentado de la historia, no se ha hablado de educación ni de empleo ni de competitividad ni de protección de las mujeres maltratadas (que siguen siendo asesinadas día tras día) ni de estímulos para la pequeña y mediana empresa. Los partidos han mostrado más interés en asegurar una cuota de poder que de cumplir la misión que se les supone: servir a los ciudadanos. Si disponen de mayoría absoluta, gobernando. Y si no, llegando a acuerdos, como han hecho los gobiernos de austríacos, búlgaros, suecos, italianos, checos, irlandeses... entre otros.

(Te interesa leer: En casi la mitad de los países de la UE, derecha e izquierda gobiernan juntos)

Gracias al acuerdo de sus grandes partidos, los ciudadanos alemanes supieron que al menos hasta 2017, estarían garantizadas las políticas de protección del medio ambiente, para que su país se encuentre "entre los más modernos del mundo en materia energética". Pero de igual modo, contaban con que reforzaría la capacidad competitiva de la industria para desarrollar "productos de alto valor añadido" al tiempo que se mantendrían "los costes de personal añadidos en cada producto por debajo del 40% del coste total".Oportunidades para mayores y mujeres

¿Se ha escuchado en casi tres semanas algún ofrecimiento de PP, PSOE o Podemos para disminuir la pobreza de los mayores, robustecer financieramente a los ayuntamientos, luchar contra la criminalidad o mejorar la banda ancha? Podrían hacerlo. La CDU-CSU y el PSD se pusieron de acuerdo para "reforzar la participación de nuestros mayores en actividades económicas", y para implantar la tarifa plana de internet en 2018.

La derecha (sí, la derecha) firmó algo que ya le gustaría conseguir a Pablo Iglesias en su primera legislatura como diputado: "Igualdad de oportunidades para las mujeres a través del establecimiento de cuotas", así como "reconocer y respetar las uniones entre personas del mismo sexo" y que los extranjeros residentes en Alemania "puedan alcanzar su condición de ciudadanos". Pero al mismo tiempo la izquierda alemana se comprometió a "cuidar el diálogo con las iglesias cristianas, asociaciones y uniones religiosas".

No hay aspecto importante para la vida del país que haya quedado al margen. El documento de 40 páginas se divide en 8 apartados:Crecimiento, innovación y bienestarPleno empleo, buen trabajo y seguridad socialFinanzas sólidasCohesión socialEstado moderno, seguridad interna y derecho de los ciudadanosUna Europa más fuerteResponsabilidad de Alemania en el mundoFuncionamiento de la Coalición y participación de la oposición

El documento, que hoy ofrece lainformacion.com traducido al castellano, adquiere especial relevancia en la situación actual de España, con partidos abocados a firmar acuerdos de gobierno o a enfrentarse a nuevas elecciones.

La segunda opción sale mucho más cara que la primera, por cuanto siembra de dudas el panorama político y retrasa inversiones imprescindibles para mantener el ritmo de crecimiento económico. Según cálculos del ministerio de Interior, convocar nuevas elecciones generales costaría más de 160 millones de euros. Además, el anuncio de unas nuevas elecciones supone el retraso de cuantiosas inversiones y de nuevas contrataciones. La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) ha estimado que la creación de empleo se reduciría a la mitad. El crecimiento del PIB no llegaría al 2% y la tasa de paro no bajaría del 20% en 2016.

"Es necesario un gobierno estable ycerteza económica a futurocomo claves para poder atraer la inversión que necesitamos", afirmó el presidente de ATA, Lorenzo Amor.

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