El acto, que llamó la atención sobre la seguridad de las plantas industriales denominadas estratégicas en Francia, se produjo después de los ataques que en enero a la revista Charlie Hebdo y a un supermercado judío en París.
Yassin Salhi se suicidó en su célula de aislamiento.Según fuentes de seguridad, Salhi se colgó de los barrotes con sus sábanas y que murió hacia las 21H15 hora local.
Salhi, de 35 años, detenido en junio después de que decapitara a su jefe, colgó su cabeza en una verja, rodeada de banderas con inscripciones relativas al islam.
El hombre confesó el crimen, pero negó que éste tuviera una connotación religiosa y dijo que se debía a diferencias profesionales. Sin embargo enfrentaba cargos por terrorismo y la fiscalía afirma que tras decapitar a su empleador envió una foto de la cabeza a un francés que estaba en Siria para pedirle que el grupo yihadista Estado Islámico la difundiera.
El 13 de noviembre, el EI perpetró una serie de atentados en la capital francesa que dejaron más de 130 muertos.
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