Zapatero y Rajoy se enzarzan en acusaciones y se olvidan de los problemas de los españoles

  • En su primera intervención, esta misma mañana, Zapatero ya anticipaba algo de lo que está siendo el Debate sobre el Estado de la Nación: ninguna novedad en las medidas contra la crisis. La esperanza a la hora de comer era el inicio del verdadero debate, pero en lugar de discutir y debatir sobre cómo se debería atajar la crisis económica para solucionar los problemas de los ciudadanos, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se han enzarzado en ataques personales y partidistas en lugar de aportar propuestas a los españoles.
Rajoy, en el Debate del Estado de la Nación
Rajoy, en el Debate del Estado de la Nación
lainformacion.com
Beatriz Toribio / Creu Ibáñez

Minuto a minuto del cara a cara entre Zapatero y Rajoy

"He visto que lleva la réplica escrita a máquina, ya sabía que me iba a reprochar", ha dicho el popular Mariano Rajoy tras la primera réplica del presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien le ha contestado al líder de la oposición que se ponga al día en materia tecnológica, porque él escribe ya en ordenador. Éste es un ejemplo del rifirafe que han protagonizado ambos dirigentes en un Debate sobre el Estado de la Nación en el que no se ha discutido sobre el estado de la nación, sino sobre los intereses partidistas de unos y otros.

En poco más de hora y media ha tenido lugar el cara a cara entre Rajoy y Zapatero, el quinto entre ambos y el más descafeinado de todos, a pesar de que los temas que se están debatiendo aún en el Congreso de los Diputados son de los más preocupantes para los ciudadanos: la crisis económica y las medidas para atajarla deberían haber sido el eje de sus intervenciones.

El discurso de Rajoy se ha centrado en un único punto: pedir a Zapatero la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones generales. Ésta es la "única medida que aún puede llevar a cabo para servir al país", ha asegurado el líder popular en la conclusión de su primera intervención, muy dura contra el presidente del Gobierno, a quien ha acusado, una vez más, de falta de liderazgo y de credibilidad.

En opinión de Rajoy, "el obstáculo" para poder alcanzar los acuerdos necesarios en España es el propio Zapatero. "Si quiere ser útil para España es necesario que usted le diga a los españoles que opinen y por tanto que convoque elecciones". En este punto, el líder popular ha asegurado que a él y al PP le conviene que el PSOE agote la legislatura "pero esto no es lo que le conviene a España".

Sin embargo, Zapatero ha acusado al líder popular de buscar únicamente sus intereses partidistas con esta petición, en lugar de plantear medidas novedosas para atajar la crisis económica.

Los ataques personales se han sucedido por parte de los dos líderes, animados por sus respectivas bancadas. "¿Cómo se puede confiar en una persona así, que ha liquidado su programa de investidura y ha hecho un ejercicio de travestismo político", se ha preguntado Mariano Rajoy, a lo que le ha contestado Zapatero que el líder popular no puede exigirle responsabilidad alguna cuándo él no se responsabiliza de nada "ni siquiera de ser líder en su partido, porque fue nombrado por Aznar", ha recalcado el presidente.

Zapatero ha reconocido que, según las encuestas, está perdiendo parte de la confianza de los españoles que le apoyaron en las elecciones generales de 2008 pero ha matizado que, según dichos sondeos, la imagen de Rajoy "tampoco está para echar cohetes".

"¿Qué aporta a los españoles lo que usted ha dicho de mi en este debate? ¿Cree que recuperá credibilidad con el discurso que acaba de pronunciar? Así no se arreglan las cosas. Acepto todas las descalificaciones", ha replicado Rajoy, a lo que Zapatero ha vuelto a contestar: "Piden las reformas pero cuando llegan no las respaldan porque no les interesa, les interesan otras cosas".

En este punto, el jefe del Gobierno ha tenido que reconocer que su Ejecutivo ha tomado "decisiones antipáticas porque es el deber del gobierno" y ha calificado la intervención de su rival política de "demagógica y falaz".

De hecho, parece que esto ha sido algo que ambos líderes ya llevaban preparado. "Que si no ofrezco alternativas, que si sólo pienso en las elecciones... son latiguillos que utilizará después, en la réplica, para no responder y eludir su responsabilidad", ha advertido, por ejemplo, el líder de los populares, cuando le quedaban minutos para ofrecer nuevas propuestas que finalmente no ha planteado en la Cámara, una actitud que ha recriminado Zapatero a Rajoy "no ha hablado de la crisis, ni una propuesta ni una sola medida. Haga algo útil para España por una vez".

En opinión de Zapatero, "lo único importante para usted son sus propios intereses partidistas" y citando a Kennedy ha señalado que Rajoy "no se ha preguntado qué podía hacer por la crisis, sino qué podía hacer la crisis por usted y sus objetivos políticos".

Debate bronco en la tribuna y en los escaños

El presidente del Congreso, José Bono, ha tenido que interrumpir constantemente a ambos oradores pidiendo "respeto" para ellos a los diputados socialistas y populares. "Es insoportable seguir el debate con el murmullo de fondo. No me obliguen llamar al orden a ninguno", ha puntualizado un Bono desesperado por el alboroto de sus señorías.

El cara a cara entre los líderes del PP y del PSOE se ha visto interrumpido en varias ocasiones. Bono, finalmente, ha llamado al orden más de cinco veces en la primera hora de debate y ha amonestado a dos diputados, uno del PP y otro del PSOE.

Desde la bancada del PP se han oído duras afirmaciones como "estás muerto" cuando el presidente Zapatero ha subido a la tribuna a contestar a Mariano Rajoy. Pero los diputados socialistas tampoco se han quedado cortos: "Dale, dale" le decían al líder socialista cuando se dirigía a Mariano Rajoy.

Mostrar comentarios