La vivienda aguantará con una caída de precios del 2%  

Los responsables de las seis principales inmobiliarias españolas reconocen que el negocio va a depender de la evolución de la pandemia, pero confían en la vuelta a la normalidad en el segundo semestre

Los españoles esperan un giro de 180 grados tras comerse las doce uvas en las próximas campanadas de Noche Vieja, pero el país ha sufrido un repunte de la curva del virus en los últimos días que amenaza con poner en jaque la recuperación económica alcanzada tras la primera ola. Las esperanzas de volver a la normalidad en 2021 recaen ahora, sobre todo, en la llegada de las vacunas a España este 27 de diciembre. Sin embargo, el antídoto tardará en blindar con anticuerpos a toda la población y no podrá tapar las pérdidas de 2020 para las actividades que mueven la economía. En el caso del sector inmobiliario, los directivos de Aedas Homes, Neinor Homes, Tinsa, Vía Célere, Sareb y Gesvalt aseguran a La Información que los ajustes en los precios y la actividad del próximo año serán moderados, pero reconocen que el panorama puede cambiar si la situación epidemiológica empeora.

Los directivos advierten de que no se podrá hacer borrón y cuenta nueva después de la media noche porque se parte de números rojos, pero esperan un 2021 con caídas de precios moderadas –en torno al 2%- y una cierta ‘normalidad’ en cuanto a su actividad. José Ignacio Morales, CEO de Vía Célere, considera que los precios de compraventa “seguirán estables o incluso con ligeras alzas en los mercados tensionados”, y los del alquiler sufrirán bajadas ligeras por la sobreoferta generada tras el trasvase de alquileres vacacionales a tradicionales. Javier García del Río, Consejero Delegado de Sareb, y José Antonio Hernández Calvín, Director General de Tinsa, fijan el techo de las bajadas globales de los precios entre el 2 y 3%.

Estas variaciones de precio no se verán reflejadas de la misma forma en todo el territorio ni en los distintos tipos de oferta. Los ejecutivos señalan a las zonas costeras y turísticas como las más ‘tocadas’ por el paso de la Covid debido al peso de la inversión extranjera, que se ha rebajado casi a la mitad durante los últimos meses y destacan a la vivienda usada como la gran perjudicada. Por su parte, la vivienda nueva sufrirá menos por su capacidad de adaptarse mejor a las nuevas necesidades que han surgido tras los confinamientos como tener jardines, buena luz, terrazas, oficinas, más espacio…. Borja Garcia-Egotxeaga, CEO de Neinor Homes, afirma que “a raíz de la pandemia se ha ido desacoplando la tendencia de precios” en los dos tipos de vivienda, y David Martínez, CEO de Aedas Homes, insiste en que la vivienda “ha pasado a ser una prioridad y eso está provocando un incremento en la demanda de obra nueva”.

¿Habrá más obras? En cuanto al futuro del parque de viviendas, los directivos apuntan que el sector mostró una recuperación sólida de la crisis de 2008 apenas en 2019, y este ‘año de la Covid’ ha hecho temblar al sector de nuevo. La construcción de obra nueva agendada para 2020 y el inicio de 2021 sí llegará a término porque su financiación ya estaba asegurada antes de la irrupción del virus. Sin embargo, las obras de la segunda mitad de 2021 y los proyectos de 2022 y 2023 experimentarán retrasos y algunas reducciones. Las empresas deberán andar de puntillas en torno al virus porque la dimensión de estos cambios dependerá en gran parte del comportamiento de la curva epidemiológica en el país. Sandra Daza, Directora General de Gesvalt, y David Martínez, CEO de Aedas Homes, coinciden en que la recuperación económica tendrá una incidencia relevante en el volumen de la oferta en los próximos años.

La Covid ha doblegado la mano de las principales autoridades del mundo y las ha obligado a tomar medidas nunca antes vistas. Las entidades reguladoras no han podido escapar a sus efectos, y han rebajado las tasas de interés a mínimos históricos. José Ignacio Morales, CEO de Vía Célere, afirma que las condiciones de financiación son “óptimas y el precio de la vivienda es muy sostenible”, y Javier García del Río, Consejero Delegado de Sareb, se declara partidario de una “financiación sana” para acometer las transacciones con seguridad.

Los expertos del sector aseguran que la industria inmobiliaria tiene los anticuerpos necesarios para evitar una debacle similar a la de la crisis de 2008 -no existe tal sobreoferta, muchas empresas en números rojos o una excesiva exposición bancaria-, pero no se librará por completo del patógeno. Los últimos datos de la firma CBRE apuntan a una caída del 30% de inversión con respecto a 2019 al cierre de este año, y una tercera ola podría profundizar esa tendencia a la baja. De hecho, el monitor económico elaborado por la firma otorga una nota de +7 a la industria inmobiliaria durante noviembre, una cifra menor al +10 registrado en octubre o al +21 de septiembre. Los expertos calculan estos puntajes en base al comportamiento de la oferta y la demanda de vivienda, indicadores macroeconómicos y datos de movilidad.

Estas son las estimaciones hechas en diciembre, pero su continuidad en el tiempo dependerá del capricho de ese virus que repunta con fuerza en estos momentos. Los directivos admiten la necesidad de que la curva ceda para que las empresas puedan desarrollar su actividad con la mayor normalidad posible y los inversores vuelvan a apostar por el sector asumiendo los niveles de riesgo pre-Covid. Las predicciones de los ejecutivos para 2021 van en esta línea, pero no esconden que penden de un hilo muy fino: el comportamiento del virus.