MADRID. EL AYUNTAMIENTO PROYECTA UNA GRAN VÍA PEATONAL CON CARRILES VARIABLES

- No habrá aceras y se abrirán uno o dos carriles en función de las necesidades. El Ayuntamiento de Madrid ya tiene una solución para peatonalizar buena parte de la Gran Vía, de manera que habrá una plataforma única de pavimento sin aceras y con carriles variables, que se delimitarán con bolardos o señales lumínicas en función de si se quiere habilitar uno o dos carriles por sentido.
Así lo explicó este miércoles el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés.
A través de bolardos o señalizaciones luminosas se podrán cerrar y abrir más o menos carriles al tráfico, aunque sólo podrán circular los residentes y autorizados. La Gran Vía formará parte de la gran Área de Prioridad Residencial (APR), según la intención del Consistorio.
En cuanto a los tiempos que se marca el equipo de Manuela Carmena para llevar a cabo la peatonalización parcial, fuentes municipales expresaron su intención de que el proyecto esté redactado este mismo año.
Algunas actuaciones podrían ejecutarse antes de terminar 2017, como la pavimentación en una misma cota. Sin embargo, el principal cometido del Ayuntamiento para este ejercicio es definir la gran APR del centro de Madrid, que incluiría esta arteria.
Como ya avanzó la alcaldesa el pasado lunes, existe la posibilidad de eliminar el paso de las líneas de autobuses por Gran Vía e implantar una “línea lanzadera” que una Cibeles y Plaza de España, que actuarían como bases de transbordo. No obstante, se están ideando “distintas alternativas”, porque “se trata de facilitar lo máximo posible el tránsito”, dijo Sabanés.
Este proyecto se aborda después del simulacro vivido en la Gran Vía con los cortes con motivo de las navidades, que ha mantenido cerrada al tráfico regular esta calle alrededor de un mes con algunas intermitencias.
Esta actuación con carácter “provisional” ha permitido al Consistorio “anticipar una Gran Vía más amable, más cercana y mucho más abierta”, a la “altura del Madrid del siglo XXI”, indicó José Manuel Calvo.
Según datos municipales, la disminución de vehículos en esta arteria madrileña ha sido del 43% gracias a las restricciones parciales a la circulación, por lo que la valoración es “muy positiva”.
Según lo expuesto por los dos ediles, no se contempla una peatonalización total de la Gran Vía, sino la posibilidad de añadir y quitar carriles según las “necesidades” de cada época, gracias al pavimento único y las medidas que se implantarán para regular la activación de carriles.

Mostrar comentarios