Así se desprende del informe sobre la evolución de las VUT realizado por Re2Re Consultores a instancias de la Junta Municipal de Centro con el objetivo de "definir nuevas líneas de actuación para paliar las consecuencias negativas de este fenómeno en el distrito Centro".
En el estudio se cifra en un 6,67 por ciento del PIB los ingresos provenientes del turismo en la capital. En enero, la capacidad total ofertada se situó entre los 6.193 y los 9.723 alojamientos, de los cuales "en torno al 75-80 por ciento serían viviendas completas y el resto habitaciones".
En lo relativo a la oferta del resto de alojamientos turísticos -- hostales, pensiones, apartamentos turísticos, casas de huéspedes, hostels y viviendas de uso turístico--, la fuente principal para el recuento de este tipo de establecimientos, aunque con sus limitaciones, es el Registro de Establecimientos Turísticos de la Comunidad de Madrid.
El Ayuntamiento no dispone aún de este tipo de registros y sobre algunos alojamientos, como las viviendas de uso turístico, hay escasa información lo que "no permite tener un conocimiento muy exhaustivo al respecto", como se señala en el informe.
Así, el distrito Centro es el que acoge mayor número de establecimientos según este informe: 476 con 18.500 habitaciones, lo que representa el 34 por ciento de la oferta total, seguido por el distrito de San Blas con 7.200 habitaciones repartidas en 37 establecimientos --el 13 por ciento del total--. Acoge el 47 por ciento de los hoteles de 2 estrellas, el 42 por ciento de los hoteles de 3 estrellas, el 79 por ciento de los hostales de la ciudad y el 91 por ciento de los hostels o albergues.
En cuanto a la oferta de VUT, los datos para el año 2015 señalaban que en la ciudad de Madrid se estaban ofertando 40.319 plazas en estas VUT en los distritos "más típicamente turísticos" de la ciudad; sin embargo la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid cuantificaba en 8.000 las viviendas para uso turístico de la región, de las que apenas un 10 por ciento estarían regularizadas.
En el informe se hace hincapié en el hecho de que "el creciente fenómeno de las VUT no es sino uno más de los fenómenos convergentes que han propiciado la actual situación, pero no puede considerarse el primordial".
Por ello, se indica que la progresiva especialización comercial y de tránsito del centro "ha contribuido en mucha mayor medida a la masificación y saturación de visitantes madrileños y turistas nacionales y extranjeros" así como al "cambio de fisonomía" del Centro de Madrid.
Además, indican que el "impacto del exponencial crecimiento de las VUT sí parece estar directamente relacionado con el incremento de los precios del mercado de alquiler a largo plazo". En este sentido, se asegura en el informe que "la consecuencia se plasma en la estadística, que apunta a un estancamiento en el número de hogares en el Distrito Centro desde 2010 y a una evolución negativa de la población residente en los últimos años".
PROBLEMAS DE CONVIVENCIA
Respecto a los problemas de convivencia que generan las VUT, por un lado destacan los ruidos y las "molestias" que proceden de la "constante población flotante que ocupan las VUT", así como "el mal uso de los espacios comunes".
Por otra parte, se constata una "creciente" sensación de "inseguridad y desconfianza" en las comunidades de vecinos ante "esta población flotante". Sin embargo, la percepción de los madrileños de la población es "menos problemática".
Otra de las consecuencias que se detallan en el informe sobre la proliferación de las VUT es "el temor a perder un espacio de convivencia auténtica y tradicional en aras de la gentrificación".
REGULACIÓN
Por ello, todos los agentes entrevistados y las partes implicadas coinciden en la necesidad de definir un marco regulatorio para las VUT. En este sentido, el informe ve necesario el desarrollo de una regulación de las VUT que ofrezca, de un lado, las garantías necesarias para el turismo y que contribuya a mantener la marca de destino Madrid, y que por otro lado, permita al Ayuntamiento desarrollar una planificación ordenada del modelo de desarrollo turístico de la ciudad por el que el gobierno municipal.
Ante esta situación, Madrid ha "aunado fuerzas e iniciativas" con Barcelona para frenar la gentrificación de sus centros históricos y la expulsión de los residentes en ellos como consecuencia de este fenómeno; regular los precios del alquiler de vivienda. Ambas ciudades reclamarán del Estado "más inversión" en esta materia para garantizar el derecho a la misma de todos los ciudadanos.
Esta semana, el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, avanzó que estaba en negociaciones con las empresas del sector, como Airbnb, para implantar una tasa y fijar un máximo de días de alquiler.
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