Madrid.- Casi 20.000 reclusos que conducían sin carné cuando estaban en libertad podrán sacarse el permiso en la cárcel gracias a un acuerdo firmado hoy entre la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).
Según datos de Prisiones, un 77 por ciento de los reclusos conducía cuando estaba en la calle y, de ellos, casi un tercio cogía el vehículo sin haber obtenido el carné.
Más de la mitad de los presos alega falta de formación escolar o dificultades idiomáticas y otro tercio carencia de recursos económicos para pagarse la autoescuela.
De hecho, el 33,21 por ciento de los 2.982 presos que actualmente cumplen condena por un delito contra la seguridad vial están en la cárcel por conducir sin permiso.
Para acabar con esta situación y mejorar las posibilidades de reinserción laboral de los reclusos en el futuro, profesores voluntarios de CNAE se desplazarán a los centros penitenciarios a dar clases a los internos.
Una vez que los alumnos aprueben la parte teórica, de la que se examinarán dentro de la propia prisión, comenzarán a dar clases prácticas, siempre que no haya riesgo de fuga y la seguridad no lo desaconseje.
No obstante, la mayoría de los reclusos que conducían sin carné "ya sabe conducir", reconocen en Instituciones Penitenciarias, por lo que apenas necesitarán unas pocas clases fuera de la cárcel.
Los alumnos que tengan medios económicos se pagarán el carné, y aquellos que sean insolventes recibirán ayudas para pagar las tasas de Tráfico o el reconocimiento médico, que serán prácticamente gratuitos.
Además, Prisiones contratará y formará a otros reclusos para que impartan clases de apoyo a los alumnos de su centro penitenciario.
"Vamos a ganar todos en seguridad", ha reconocido la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, que ha destacado la obligación del Estado de procurar la reinserción del recluso.
En la firma del convenio, junto al presidente de CNAE, José Miguel Baez, Gallizo ha recordado que el coche es un "instrumento de trabajo", vital para que los presos puedan incorporarse al mercado laboral cuando salgan a la calle.
En esta misma línea, el presidente de CNAE ha asegurado que este convenio tiene como principal objetivo la lucha contra la reincidencia y que estos futuros conductores sean "respetuosos" con las normas, una vez en libertad.
El programa se pondrá en marcha inicialmente en una quincena de cárceles para ampliarse después a la totalidad de los prisiones dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.
Además, está previsto que a este acuerdo puedan adherirse en un futuro cercano las compañías de seguros, también interesadas en reducir los accidentes, conscientes de que es rentable invertir en seguridad vial.
De los 2.982 reclusos internos en las cárceles españolas con delitos de tráfico y contra la seguridad vial, un tercio están en prisión por conducir sin carné, y solamente 35, un 1,17 por ciento del total, son mujeres.
La mayoría de estos conductores condenados -el 33,21 por ciento- están en prisión por conducir sin carné, el 28,84 por ciento por conducción temeraria, mientras que un 26,24 por ciento cumplen condena por conducir bajo la influencia del alcohol o de las drogas.
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