De ecologista a eco-terrorista, un largo camino

  • Una propuesta legislativa estadounidense puede convertir cualquier tipo de activismo ecológico en terrorismo, favoreciéndo intereses privados
Ricardo Fernández | Bottup

La senadora republicana Val Stevens ha presentado esta semana en Washington un nuevo proyecto de Ley que apunta a penalizar ataques 'terroristas' hacia empresas y organizaciones que hacen uso y explotación comercial de recursos animales y naturales. El texto del proyecto (en inglés) que puede ser descargado aquí cubre ampliamente todas las actividades a proteger, como lo son la explotación comercial de los recursos animales y naturales así como su uso recreacional y de investigación.

Lo preocupante, llega a la hora de leer el texto y cómo éste intenta relacionar los actos de protesta no violenta y de desobediencia civil directamente con el terrorismo, llegando incluso a ilegalizar el debate y la expresión a favor de los llamados grupos eco-terroristas.

El texto cubre ampliamente todas las actividades a proteger, como son la explotación comercial de los recursos animales y naturales, así como su uso recreacional y de investigación La estrategia semántica de esta Ley, comienza por definir el 'eco-terrorismo' como:

"dos o más personas con el principal o incidental objetivo de intimidar, coercionar, atemorizar en el intento de obstruir o impedir a cualquier persona participar en una actividad que involucre el uso de recursos animales o naturales".

Esto podría incluir a movimientos activistas que funcionan a la luz pública y dentro del marco de las leyes, amparados principalmente por el derecho universal a la libre expresión.

¿Desobediencia civil (protestas) = terrorismo?

El texto especifica que las personas que ocupen u obstaculicen las instalaciones de alguno de los centros antes mencionados y que rehúsen abandonar dichos lugares incurren en el delito de ecoterrorismo.

Hablar a favor del eco-terrorismo = terrorismo

Hay cláusulas específicas que cubren los aspectos de participación, como, por ejemplo:

"Participar en o en apoyo del terrorismo ecológico incluyendo recaudaciones, encuestas, recolecciones o proveer a cualquier persona con apoyo material, financiero u otros recursos como cobijo, entrenamiento, documentación falsa, La nueva Ley podría incluir a movimientos activistas que funcionan a la luz pública y dentro del marco de las leyes comunicaciones, equipamiento o transporte que vayan a ser usados en su totalidad o en parte, así como alentar, planificar, preparar, llevar a cabo, publicitar, promover o ayudar a un acto de terrorismo ecológico o en defensa de los animales".

Esta última cláusula encierra el mayor peligro de todo el texto, ya que busca claramente vulnerar los derechos de libre expresión usando los términos publicitar o promover.

Esta clase de proyectos de Ley no son nada nuevo en los Estados Unidos (y para el caso, en ninguna parte). Según publicaciones a favor del las causas ecologistas y la libertad de expresión ( enlaces ) el lenguaje utilizado en este proyecto de ley está basado en otros pertenecientes a la organización conservadora ALEC (Consejo Norteamericano de Intercambio Legislativo) que se dedica a redactar y apoyar proyectos de Ley (muchos de los cuales han terminado aprobados) que benefician directamente a actividades empresariales en detrimento del medioambiente. ALEC esta formada por legisladores, que deben registrarse como miembros acreditados. Entre sus variadas actividades en el pasado se encuentran diversas campañas realizadas en la década de los 80 y 90 a favor de las tabacaleras y el hábito de fumar así como su oposición a la actual reforma sanitaria y al protocolo de Kioto. ALEC esta formada por más de 2.400 miembros, todos legisladores en activo pertenecientes a ambos partidos: demócrata y republicano.

Estos datos se pueden encontrar en la página web de Sourcewatch , una publicación en línea, a manera de enciclopedia, que busca catalogar e informar sobre las personas, grupos, organizaciones y 'asuntos' que 'moldean' o dan forma a la agenda pública estadounidense.

¿Y Europa?

En Europa hemos sido testigos de la detención del Presidente de Greenpeace España por realizar una protesta no violenta en la cumbre de Copenhage En Europa hemos sido testigos cercanos del fracaso de la última cumbre del clima en Copenhague, así como de la detención del Presidente de Greenpeace España, al intentar una forma de protesta no violenta, llamando la atención del mundo sobre un tema de vital importancia. Su detención fue un pequeño toque de atención, una definición de límites a la libertad de expresión, con relación a la ocupación de espacios restringidos por el Estado policial.

Esta noticia nos habla de algo que pasa lejos de aquí, al otro lado del atlántico, y puede parecernos algo lejano. Eco-terrorismo. Asociaciones que controlan e influyen en las leyes en favor de objetivos comerciales y sin escrúpulos. Puede parecernos lejano, conspirativo y hasta paranoico.

Hace unos días, en Barcelona, ( enlace ) un grupo de defensores de los derechos de los animales tuvieron la oportunidad de expresar su mensaje de manera eficaz, planificada e inteligente. En Cataluña hace poco hubo debate público y sano sobre las corridas de toros. Debemos ser consientes de estas libertades, por si algún día nos toca defenderlas. El juez Garzón, defensor de las víctimas de las dictaduras, hasta podría sentarse en el banquillo como el primer acusado por un tema relativo al franquismo. Todos estos hechos aparecen aquí deliberadamente aislados, para que usted, libre lector se haga su propia opinión al respecto.

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Ésta es la noticia seleccionada de esta semana en el II concurso de Periodismo Ciudadano organizado por Bottup, en colaboración con lainformacion.com.Cada viernes podrás ver aquí una de las piezas candidatas a lograr elpremio final, un viaje a la parte del mundo que el ganador escoja. Hasta el 15 de marzo tienes tiempo de participar con el envío de tu noticia.

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