El carné por puntos ya no tiene ningún efecto

  • Entre el 2006 y el 2010 nuestro país ha sufrido una disminución de más del 50 por ciento en muertes por accidente de tráfico. Las fechas coinciden con el año de puesta en marcha del carné por puntos, julio de 2006, sin embargo los expertos coinciden en que otros muchos factores han influido en la consecución de este buen dato.
Tráfico inicia una nueva campaña para el uso del cinturón de seguridad
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lainformacion.com

Desde el año 2000 hasta hoy, el equivalente a la población de Aranda de Duero, 32.837 personas, ha dejado su vida en las carreteras. Pese a la elevada cifra, los avances que se han producido en seguridad vial son innegables: hace una década el asfalto mataba a 4.200 personas por año, en 2009 el número se redujo a más de la mitad (1897).

Gracias a esta disminución nuestro país se colocaba el pasado año en el segundo puesto de la Unión Europea, por detrás de Letonia, en reducir el número de muertes. ¿La causa? Para muchos, la implantación del carné por puntos en julio de 2006.

"Yo diría que un 70 por ciento en la disminución de accidentes se debe al carné por puntos", asegura José Miguel Baez, presidente de CNAE, "aunque la reforma del código penal también ha influido bastante y sobre todo la acogida tan favorable que han tenido estas medidas por parte de la sociedad española".

Sin embargo, un estudio conjunto de la Universidad de Sevilla y Castilla la Mancha, asegura que los efectos de la normativa tuvieron un impacto "limitado" tanto en el tiempo como en la disminución de las víctimas.

"Los efectos del carné por puntos han sido temporales en España, igual que lo han sido en la mayoría de países que han utilizado esa medida", asegura el investigador José Ignacio Castillo a lainformacion.com "la gente acaba asumiendo que puede perder puntos y lo asume en su comportamiento, del mismo modo que antes asumía que no podía perderlos".

Según el estudio, realizado a través de un programa de ordenador que introducía diversas variables (meteorología, días lavorables y festivos, actividad económica, consumo de gasolina...), los efectos de la normativa duraron solamente dos años y hasta mediados de 2008 ayudaron a reducir una media de un 12,5 por ciento de las muertes que se produjeron. 

"La lucha contra la siniestralidad en carretera no es una lucha que se gane en un sola batalla o con una sola medida. Hace falta un contínuo, constante y permanente conjunto de medidas que se deben ir aplicando" explica el profesor Castillo "no podemos pensar que la reducción que se ha producido desde el verano de 2006 ha sido sólo por el carné porque en ese momento la tendencia que había ya era a reducirse. De hecho, esa tendencia existe desde el 93".

Un éxito social

Según los expertos, uno de los años claves en cuanto a avances en seguridad vial fue 1992 debido a que se hizo obligatorio el uso del cinturón de seguridad y la publicidad cambió su tono "aleccionador" por uno más sangriento y agresivo.

Según el ministerio de Interior, pese a que la norma es de los años noventa, a partir del año 2003 se produjo una fase de "consolidación de hábitos más seguros durante la conducción" ya que a partir de ese momento dos millones más de personas comenzaron a usar el cinturón, los positivos por alcoholemia se redujeron a la mitad y la velocidad media de circulación también se redujo.

Sin embargo, las marcas de automóviles también han tenido su parte en el asunto, invirtiendo en investigación para dar con los modelos más seguros. "Hay avances muy importante: los airbags, los nuevos sistemas de seguridad, los reposa cabezas. Antes teníamos la impresión de que si el coche era más duro aguantaba mejor el impacto, es todo lo contrario. Sin duda, la industria del automóvil ha tenido un papel muy importante en lo que a seguridad se refiere", afirma Baez.


Un aprobado sobrado

España ha aprobado, incluso anticipadamente, el objetivo de la UE de reducir las muertes en carreteras a la mitad en el periodo comprendido entre 2000 y 2010. Ahora tiene un nuevo reto por delante ya que el Ejecutivo comunitario propuso una nueva estrategia para bajar a la mitad los fallecidos en accidente de coche de aquí a 2020.

Los medios para conseguirlo se basan en siete objetivos prioritarios: mejorar las medidas de seguridad en camiones y coches, hacer más seguras las carreteras, desarrollar vehículos inteligentes, reforzar la formación, aumentar los controles y prestar más atención a la reducción del número de heridos y a los accidentes de moto.

El objetivo es complicado, sin embargo parece que los españoles nos encontramos con fuerzas y ganas para conseguirlo, y es que, tal y como asegura Jose Ignacio Castillo: "Con la reducción de la siniestralidad en las carreteras españolas lo que estamos contando es la historia de un gran éxito de la sociedad española en su conjunto".

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