En busca del punto de venta perfecto en la Red

El lanzamiento de Libranda, el proyecto estrella de las editoriales españolas para distribuir sus contenidos en internet, ha avivado el debate sobre la irremediable transición de la industria de los contenidos a la era digital, que avanza con más pena que gloria en nuestro país debido a la escasez de proyectos ambiciosos que sirvan de punto de venta real para satisfacer a una demanda en continuo crecimiento.

Según muestra el informe sobre el desarrollo de la Sociedad de la Información en España elaborado por la Fundación Orange, el sector de los contenidos digitales aumenta a un ritmo del 2,1 por ciento anual a pesar del contexto económico. Un dato que refleja la importancia creciente que tiene esta industria y que se manifiesta en el hecho de que siete de cada diez españoles ya consume algún tipo de contenido digital.

En el caso del sector editorial, que acapara el 55,4 por ciento de la facturación total, la falta de títulos y novedades en un formato electrónico fácil de adquirir ha generado críticas entre expertos y consumidores debido a la ausencia de una apuesta real.

Para Javier Celaya, editor digital y director de Dosdoce.com, este inmovilismo está llegando a su fin: "Desde hace un año ha habido un cambio de ‘chip’ muy importante en el sector. Pensaban que el ciudadano español iba a permanecer fiel al formato de papel pero se han dado cuenta de que el cambio va más rápido de lo que esperaban".

Hasta ahora, la principal preocupación de la industria cultural y del entretenimiento ha sido ponerle freno a las descargas de contenidos con derechos de autor mientras el tren de la innovación y las nuevas tecnologías pasaba por delante.

Conscientes del cambio en los hábitos de consumo de los usuarios y del progreso tecnológico que acompaña a nuevos dispositivos como Kindle o iPad, la búsqueda de una fórmula que permita ofrecer a los usuarios un producto atractivo que no merme la cuenta de resultados se ha convertido en una tarea prioritaria.

Enrique Dans, profesor de IE Business School, opina que el cambio es imprescindible si la industria tradicional quiere seguir siendo viable, aunque resulta "extremadamente difícil": "Al intentar adaptarse gradualmente, los competidores tradicionales abren el hueco para que vengan nuevos entrantes de fuera de la industria y se lancen a reinventar, como hizo Apple en el mundo de la música. Cada día que pasa sin que el competidor tradicional se reinvente es un día más de ventaja para quien quiere robarle la merienda", explica Dans.

En este contexto, iTunes, Spotify o Amazon se han erigido en modelos de comercialización online de referencia debido a su enorme éxito a la hora de conquistar al consumidor digital.

"La única manera de que tu modelo de negocio sea viable es mediante un producto de calidad que tenga un precio competitivo y aporte un servicio de valor añadido que se diferencie de los posibles contenidos pirata o versiones gratuitas del mismo", indica Celaya.

Dans sostiene que la experiencia de usuario en la web es fundamental para que éste no recurra a canales no oficiales: "Deben ofrecer una experiencia asentada en lo social, que haga que un cliente quiera compartir con otras personas los productos que adquiere o consume, o que reciba recomendaciones en función de lo que la plataforma aprende de otros clientes como él".