Exposición fotográfica exhibe los contrastes de la Ciudad Vieja de Montevideo

  • Los contrastes de la Ciudad Vieja de Montevideo, el núcleo histórico de la capital uruguaya, en decadencia durante décadas y habitado por gentes muy diversas, son el objetivo de una exposición que se inauguró hoy en el Centro de Fotografía de la ciudad.

Montevideo, 13 abr.- Los contrastes de la Ciudad Vieja de Montevideo, el núcleo histórico de la capital uruguaya, en decadencia durante décadas y habitado por gentes muy diversas, son el objetivo de una exposición que se inauguró hoy en el Centro de Fotografía de la ciudad.

La muestra, realizada por el fotoperiodista de la Agencia Efe Iván Franco (Fray Bentos, Uruguay, 1961), recoge instantáneas tomadas en blanco y negro con una pequeña cámara digital de uso doméstico en los rincones del barrio, un espacio siempre "tentador" para la fotografía, según reconoció el autor.

Franco indicó que la muestra puede calificarse como "documental" por su idea de recoger "tanto los lugares arquitectónicos como la gente que pasa por ellos", una noción que se vio facilitada por el uso de una cámara doméstica frente a una profesional, ya que evita que "los personajes se pongan en guardia" ante el fotógrafo.

"Lo único que se muestra es el barrio, con todo lo diferente que tiene. La Ciudad Vieja es una península con puerto, que por la Puerta de la Ciudadela parió a Montevideo. En el barrio convive un enclave financiero con decenas de lugares históricos, conventillos de mala muerte, comercios para turistas, casas viejas y oficinas públicas", indicó Franco.

Junto a estos lugares, en el barrio se "entreverán ejecutivos, turistas con mapas y sombreros, niños pidiendo monedas, empleados públicos fumando en la puerta de las oficinas, personas durmiendo en la calle, "planchas" (delincuentes juveniles) en las esquinas, gente haciendo trámites", todos ellos protagonistas de las fotos de Franco.

La idea de la muestra surgió después de que Franco, que siempre va con su cámara de fotos, se mudara al barrio y empezara a tomar fotos sin ninguna intención de mostrarlas.

"Pronto tuve muchas fotografías y entonces se me ocurrió el proyecto. Comencé a desarrollarlo y tome algunas más para ir redondeando lo que se va a ver", indicó.

En este sentido, Franco destacó el uso de la pequeña cámara digital, una herramienta "que nada tiene que envidiar a las cámaras profesionales".

"Además de que es muy cómoda para llevar, sus lentes y su definición muy buena, tiene todas las ventajas de lo liviano. Y no molesta tanto a la gente como una gran cámara profesional, nadie se pone en guardia cuando estás fotografiando con esto. Tiene limitaciones como la velocidad, pero para el documental, sirve perfectamente", concluyó.

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