A más de un mes de conocerse los números ganadores del impresionante monto jugado el 13 de enero por la lotería Powerball, David Kaltschmidt y su esposa Maureen Smith acudieron a reclamar su premio a la oficina principal de la lotería de Florida en Tallahassee, la capital del estado del sureste norteamericano.
La pareja, que adquirió el boleto en un supermercado en la ciudad donde vive, Melbourne, Florida, indicó que optó por recibir su premio todo junto, o sea unos 328 millones de dólares sin contar los impuestos. Si hubieran optado por 30 anualidades, la suma habría sido de 528 millones de dólares.
Tras saber que habían ganado, los esposos guardaron el secreto con sumo recelo y decidieron esperar para hacerlo público. De hecho, primero consiguieron asesoría legal y fue recién la semana pasada que compartieron la noticia con sus familiares.
"Me temo que me voy a ser una persona menos amigable porque voy a tener miedo, es escalofriante", dijo Smith, de 70 años, quien confesó tener temor por su nuevo estatus de multimillonaria.
"Perdimos muchas horas de sueño y yo perdí 4,5 kilos", dijo Kaltschmidt, de 55 años, después de posar junto a Smith con un enorme cheque falso por el monto, que la pareja recibirá efectivamente en un par de días, según señaló su abogado.
Ante preguntas de periodistas sobre sus intenciones con el dinero, Maureen dijo que aún no han tomado una decisión. Además de apoyar a su familia, "realmente no sabemos, tenemos que pensarlo", dijo.
Por lo pronto, Kaltschmidt planea retirarse de su trabajo de 34 años como ingeniero en una empresa. "En vez de diseñar aviones, me dedicaré a eventos caritativos, a planear estrategias impositivas e inversiones", dijo.
Cuando Kaltschmidt vio el boleto comprado por su esposa, al día siguiente de que la lotería Powerball anunciara los números ganadores, pensó que era una broma.
Smith tampoco se lo podía creer. "Miré en internet para asegurarme de que los números fueran correctos. No dábamos crédito, así que seguimos viendo televisión y comprobando una y otra vez en internet", dijo.
La mujer dijo que el número del boleto lo había jugado "por años", aunque no es muy asidua a la lotería.
Los otros dos números ganadores del pozo del siglo se vendieron en Tennessee, a una pareja, y en California, donde aún nadie reclama el premio.
John Robinson y su esposa Lisa, de Munford, una pequeña ciudad de Tennessee, fueron los afortunados que recibieron un tercio del premio, el que también decidieron cobrar en un solo monto.
El sorteo del Powerball con el pozo más grande de la historia desató una fiebre entre los estadounidenses, con gente formando largas colas fuera de las tiendas para comprar por dos dólares un boleto, y con él la esperanza de convertirse en multimillonario de un plumazo.
Una jubilada de 84 años en Florida detenta el récord para un solo ganador: obtuvo 590,5 millones de dólares en mayo de 2013.
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