La figura del maestro "a la vieja usanza" toca a su fin

  • La figura del maestro "a la vieja usanza", con papel y tiza en mano, toca a su fin, para dar paso a un nuevo modelo de docente "guía", que asesora al alumno con otros modos de aprendizaje, interactuando con las nuevas tecnologías, y no sólo memorizando.

Madrid, 9 oct.- La figura del maestro "a la vieja usanza", con papel y tiza en mano, toca a su fin, para dar paso a un nuevo modelo de docente "guía", que asesora al alumno con otros modos de aprendizaje, interactuando con las nuevas tecnologías, y no sólo memorizando.

Así se desprende de las conclusiones de una reciente jornada, organizada por la editorial Educaline, que ha reunido en Madrid a expertos en integración de las tecnologías de la información en las aulas, que han debatido sobre el futuro del sector, al tiempo que han analizado experiencias ya en marcha, como los programas de educación digital implementados en los colegios SEK.

"No parece de recibo que los chicos que, en general, pasan la mayor parte del día conviviendo con consolas, Internet o redes sociales, limiten su sistema de aprendizaje en las aulas al papel y a memorizar datos", ha advertido en entrevista con Efe el coordinador de la jornada y director comercial de Educaline, Ricardo Coelho.

Algunas de las ventajas de interactuar con los contenidos digitales es que los alumnos saben cuándo cometen un fallo concreto, e intentan solucionarlo en ese momento; además al docente le permite disponer de información actualizada de las principales carencias del alumno y de cómo organizar sus tareas.

Según los expertos, los docentes se sienten todavía inseguros, en muchos casos, en el manejo de los recursos educativos digitales, como consecuencia de este nuevo escenario tecnológico, que está poniendo fin a la figura del maestro tradicional.

Por otro lado, en el acto se ha lamentado el escaso apoyo que están recibiendo los docentes para adaptarse a esta nueva era educativa, que está provocando que muchos de ellos se vean obligados a restarle tiempo a sus tareas pedagógicas y didácticas, para resolver problemas tecnológicos que no les atañen profesionalmente.

Las tecnologías en el aula son una herramienta más de aprendizaje, no la única, para la excelencia en la educación, pero, según los expertos, no deberían ser consideradas únicamente como una finalidad que alcanzar en las clases.

En cuanto a los recursos educativos, estos deberían adaptarse a las necesidades de la clase, y no al contrario, y además deberían ser muy fáciles de usar, así como disponibles en todo momento, interactivos y modulares, es decir, adaptables al método del profesor.

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