Mortier quiere que el Real sea "un laboratorio" de la ópera del siglo XXI

  • Madrid.- El Teatro Real vivirá en 2010/2011 una temporada de "transición", con nuevos directores de orquesta, grandes obras del siglo XX y producciones "modernas pero clásicas", pero, a partir de entonces, anuncia su nuevo intendente, el belga Gerard Mortier, será "un laboratorio de la ópera del siglo XXI"

Mortier quiere que el Real sea "un laboratorio" de la ópera del siglo XXI
Mortier quiere que el Real sea "un laboratorio" de la ópera del siglo XXI

Madrid.- El Teatro Real vivirá en 2010/2011 una temporada de "transición", con nuevos directores de orquesta, grandes obras del siglo XX y producciones "modernas pero clásicas", pero, a partir de entonces, anuncia su nuevo intendente, el belga Gerard Mortier, será "un laboratorio de la ópera del siglo XXI"

Mortier (Gante, 1943) explica en una entrevista con Efe que llega al Real resuelto a decantar durante sus seis temporadas de contrato su idea de la ópera: "un arte existencial" hecho a base de melodrama y emoción para el que no se necesitan decorados "a lo Folies Bergere", sino voces y actores capaces de ahondar "en el amor, la muerte y el poder" y despertar la curiosidad del público.

Quiere encargar cada año obras a creadores españoles, desde Pedro Almodóvar a Mauricio Sotelo o Elena Mendoza; coproducir con los grandes teatros europeos montajes que se estrenen primero en Madrid -"que Madrid vaya a la Scala, no la Scala a Madrid"-; que artistas como Olafur Eliasson o Bill Viola "decoren" su escenario; y quitarle "timidez" al coliseo y ponerle "a presumir" en el mundo.

El papel del director musical, que ocupa ahora Jesús López-Cobos, le corresponderá a "seis o siete" directores, porque así lo hizo en París y le "funcionó", y ha renovado "de arriba a abajo" el Coro, para convertirlo, con el "fantástico" argentino Andrés Máspero al frente, en una formación de "élite" con "sólo" 52 miembros.

También aspira a bajar la edad media del público de abono del Real de 51 a 40 años, como hizo en La Bastilla, y a suplir el 30% de disminución de la aportación pública que sufrirá el teatro en los próximos tres años promoviendo coproducciones y atizando el brasero del patrocinio privado.

Sólo en la última semana, desvela feliz, ha logrado que "muchos ricos" se involucren en el proyecto y aporten 100.000 euros al Real.

Lleva cuatro meses en España -"sin televisión ni internet ni en el despacho ni en casa"- pero está seguro de haber captado su "alma": "mucho talento, con gran influencia en la cultura europea pero los españoles son muy tímidos y siempre creen que lo de los otros es mejor".

Consciente de las diferencias autonómicas, Mortier no quiere hacer del Real "el teatro de ópera nacional", pero sí pretende trabajar "mucho" con artistas españoles y "exportar" luego sus obras.

Su primera propuesta será "La página en blanco", una historia de "ciencia ficción" encargada a la polifacética Pilar Jurado, que se estrenará esta temporada, mientras que con Sotelo prepara una obra de García Lorca, con Mendoza una sobre textos de Juan Carlos Onetti y con Almodóvar, del que dice que "compone ópera con su cine", algo que aún no está definido.

Admite que al público no le gusta la música contemporánea pero tiene claro que no pueden representarse sólo obras del XIX, "un teatro terminado", y que en España tiene que probar "cosas distintas" de las que le dieron tanto renombre en el Ruhr y en París.

"Trabajo con los creadores de forma permanente. Es muy importante decidir cuál es el tema de la ópera porque no todos son adecuados. La Guerra Civil no lo es, pero sí sus consecuencias, como tampoco lo es el mundo digital pero sí 'Hal', el ordenador de Kubrick, que se pone a cantar cuando le van a desconectar", detalla.

Al coliseo madrileño, afirma, vendrán "todos los cantantes que quieran" y aunque sabe que hay uno, el argentino Marcelo Alvárez, que ha asegurado hace unas semanas en el Real, con él sólo unos pisos más arriba, que no volverá a pisar el teatro mientras el belga no se vaya, a él eso no le importa "nada".

"Estoy muy contento de que no quiera venir porque nunca canta. Viene y después de cantar tres funciones cancela", ríe con su "maldad".

Sí estarán Plácido Domingo, que celebrará su 70 cumpleaños con un concierto en enero en el que le acompañarán "grandes artistas"; Juan Diego Flórez, que cantará dentro de dos años, y en la temporada 2010/2011 Deborah Polaski, Angela Denoke, Cecilia Bartoli o la siria Waed Bouhassoun.

De los 14 títulos con los que se estrenará Mortier destaca "San Francisco de Asís", de Messiaen, que se representará en La Caja Mágica en julio de 2011.

"Más que una ópera es un festival. Son seis horas, con cena incluida. Hay que venir predispuestos, pero será un hito", augura.

Concha Barrigós.

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