Uigures en el exilio denuncian intentos de espionaje informático chino

  • La Asociación Uigur Americana (UAA), formada por exiliados de esta etnia musulmana procedente del noroeste de China, ha denunciado intentos de acceder a sus ordenadores para espiar datos sobre sus actividades en territorio chino, denunciaron hoy en un comunicado.

Pekín, 4 jul.- La Asociación Uigur Americana (UAA), formada por exiliados de esta etnia musulmana procedente del noroeste de China, ha denunciado intentos de acceder a sus ordenadores para espiar datos sobre sus actividades en territorio chino, denunciaron hoy en un comunicado.

El grupo ha sido alertado por laboratorios de una compañía de software antivirus, que ha identificado un nuevo troyano creado en China, distribuido a través de correos electrónicos y cuyo objetivo es realizar labores de espionaje a organizaciones uigures existentes fuera del gigante asiático.

"Una vez que se pone en marcha la aplicación, se instala y contacta con un servidor localizado en China, lo que permite a los atacantes ver archivos, extraerlos, enviarlos y, en general, ejecutar comandos en el ordenador afectado", destaca el comunicado.

La organización lanza esta advertencia en la víspera del tercer aniversario de las matanzas de Urumqi (capital de la región autónoma uigur de Xinjiang), en las que unas 200 personas murieron en enfrentamientos violentos entre miembros de esta etnia y chinos han, mayoritarios en el país asiático.

Tras esos incidentes del 5 de julio de 2009, los peores enfrentamientos étnicos en China en décadas, el Gobierno chino canceló el acceso a internet en toda esa región durante 10 meses, ya que según el régimen comunista los actos violentos fueron en parte organizados a través de internet por grupos en el exilio.

Organizaciones como la UAA aseguran que China prácticamente monopoliza la información sobre Xinjiang, con el fin de presentar el movimiento independentista uigur como terrorista.

En Xinjiang, habitada mayoritariamente por etnias de religión musulmana emparentadas con los pueblos de Asia Central (uigures o kazajos, entre otros) actúan varios grupos independentistas que reclaman la creación de un "Turkestán Oriental", y que Pekín considera terroristas.

El régimen comunista atribuye a este terrorismo muchos de los ataques violentos que se producen en una región rica en recursos como petróleo y gas.

Grupos de derechos humanos e independentistas uigures en el exilio alegan, no obstante, que China utiliza la cortina del terrorismo para reprimir la cultura y la religión de los pueblos de la región, imponiendo una colonización cultural y económica de los chinos han.

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