La convivencia entre innovación y gusto por los diseños clásicos son los pilares sobre los que se erige el espíritu de la firma joyera.
Valencia fue el primer destino fuera de la comunidad de Madrid del crecimiento y la diversificación propuesta por Durán Joyeros en su visión estratégica del negocio relojero y joyero. Fue una apuesta y la realidad es que el tiempo no solo ha consolidado esa relación sino que ha dado pie a nuevas experiencias en otras ciudades de la península.
Desde hace unos meses, ha cambiado el escenario –la joyería ahora está emplazada en la distinguida calle de Marqués de Dos Aguas, en el número 4–, pero no la filosofía que rige el trabajo de la gran familia que es Durán. De hecho, en este espacio el cliente puede encontrar las novedades de firmas como Rolex o Patek Philippe, a las que se añaden las creaciones de Tudor, TAG Heuer, Oris, Montblanc o Zenith. Y por supuesto, cuenta también con un buen repertorio de sus colecciones de joyería Durán, un universo creativo en el que le avala una historia de creatividad y éxito.
Distribuida en dos plantas, en la primera de ellas se localiza espacio multimarca, tanto de relojería como de joyerí, y unos espacios individualizados para Rolex y Patek Philippe .
En la planta superior se ha habilitado un espacio multiusos destinado tanto a eventos y exposiciones como albergar el taller propio de relojería. Estos dos niveles de la joyería se hallan unidos a través de una escalera de madera natural diseñada por el arquitecto Ujo Pallarés de Ujo and Partners. Y es que Durán Joyeros ha logrado recrear un espacio luminoso pero al mismo tiempo íntimo donde madera y piel son los grandes protagonistas. Y por supuesto, con esa elegancia atemporal que siempre preside todas sus creaciones.
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