Las increíbles historias de la eterna cola de Doña Manolita

    • "He venido desde Ávila específicamente a comprar 33 décimos para mi y mis amigos, a ver si este año la suerte nos acompaña y salimos de la crisis", cuenta un hombre.
    • “Yo me voy a llevar 10 décimos porque tengo 10 hijos y los voy a compartir con ellos. Siempre vengo a Doña Manolita, pero nunca me ha tocado nada". cuenta una señora.

“En Doña Manolita siempre toca”, esta es la máxima que comparten todos los que hacen cola en esta administración. “Llevo cinco años comprando aquí, nunca me ha tocado pero tengo la esperanza de que este sea el año. Yo voy a comprar dos décimos y mi amiga cuatro. Yo quiero uno que termine en nueve porque nací en 1989. A ver si este año tengo más suerte porque nunca me ha tocado ni el dinero del décimo”, relatan dos chicas jóvenes que se han colocado al final de la cola de la administración.

Tradición es otra de las palabras que se oye en la cola. Un chico joven ha venido hasta esta administración a comprar un décimo para él y otro para sus padres. Muchos de los que hacen cola en esta administración vienen aquí por la fama que acompaña a Doña Manolita.

Otra de las personas que estaba en la cola ha venido desde Ávila específicamente a comprar 33 décimos para él y sus amigos. “He venido a buscar un siete y me han dado 28.157, así que a ver si tengo suerte”, apunta.

Más de una hora ha estado una señora haciendo cola porque lleva muchos años viniendo, “vengo a por varias terminaciones especiales que son cumpleaños y alguna fecha señalada. Nunca me ha tocada nada, pero sigo viniendo año tras año. Voy a comprar cinco décimos y los voy a compartir con la familia”.

Desde Quintanar del Rey (Cuenca) han venido un grupo de mujeres a ver un teatro a Madrid y a coger Lotería de Navidad. “Yo me voy a llevar 10 décimos porque tengo 10 hijos y los voy a compartir. Todas vamos a comprar el mismo decimo, o nos toca a todas a ninguna. Nunca nos ha tocado nada, este año voy a comprar más décimos porque se me van a casar dos hijos y hay que pagar la boda”, concluye.

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