EL MILANO REAL LLEGA A ESPAÑA CON EL OTOÑO

El otoño, que llegó este viernes a las 22.02 horas (horario peninsular), traerá a España a miles de aves migratorias en busca de mejores condiciones climáticas y de acceso a fuentes de alimentación, entre ellas el milano real, pero esta estación coincide también con un repunte del uso de veneno en el campo, según señaló SEO/BirdLife.
Esta ONG indicó que el milano real está declarado en peligro de extinción por el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en pelilgro por el Libro Rojo de las Aves de España, y que, pese a la paulatina recuperación de la especie, su estado es “aún delicado” con el veneno como uno de los principales problemas de conservación de esa rapaz en los últimos 20 años, puesto que ha contribuido al declive de un 31% de su población en España.
SEO/Birdlife recalcó que la sensibilidad del milano real al veneno hace que sea considerado como un indicador de la presencia de esa amenaza ambiental y que la colocación de cebos envenenados en el campo es un delito recogido en el artículo 336 del Código Penal, así como uno de los métodos de control de predadores más utilizado en todo el mundo y una de las principales amenazas de la biodiversidad en España.
El milano real es una de las rapaces más afectadas por este delito. Según el informe ‘Situación del Veneno en España’, entre 1990 y 2015 se registraron 1.187 ejemplares muertos por cebos envenenados, lo que es sólo una referencia porque uno de los mayores inconvenientes de esa amenaza es que se desconoce su dimensión total por la dificultad de encontrar los animales afectados en la inmensidad del campo.
“Si consideramos que esa cifra podría ser únicamente el 3% de los milanos reales, realmente envenenados podríamos hablar de unos 39.500 ejemplares muertos por esta causa en los últimos 25 años”, afirmó David de la Bodega, responsable de Justicia Ambiental de SEO/BirdLife.
“MOMENTO DELICADO”
De 53 milanos reales marcados en el programa Migra de SEO/BirdLife, cuatro murieron por veneno y es la principal causa de muerte de los ejemplares marcados de esta especie. “Estamos en un momento delicado para nuestra fauna y, en especial, para las aves que recorren cientos de kilómetros para pasar el invierno en nuestro país. Los meses de octubre y noviembre, coincidiendo con tiempos de paridera, abren un periodo en el que nos encontramos un repunte en la incidencia de este método no selectivo de control de predadores”, añadió De la Bodega.
Este experto de SEO/BirdLife indicó que “las aves nos demuestran cada año la necesidad de trabajar de manera conjunta y coordinada con todos los países en los que habitan”, y que “de nada sirve evitar el uso de cebos para conservar especies migratorias en nuestro país si no trasladamos ese esfuerzo a otros países donde finalmente pueden morir envenenadas y viceversa”.
En la última reunión celebrada este año del Grupo de Trabajo para la prevención del envenenamiento de la Convención sobre Especies Migratorias (CMS), coordinado por SEO/BirdLife, se acordó un plan de trabajo para este grupo dirigido a limitar el impacto que suponen las cinco fuentes de envenenamiento de las aves migratorias: los cebos envenenados, los rodenticidas, los insecticidas, los medicamentos veterinarios como el diclofenaco y el plomo (en municiones y pesas de pesca).
Estas cinco fuentes, según los 38 expertos del grupo de trabajo de 16 nacionalidades, aparte de poder causar la muerte de los animales producen la pérdida de orientación migratoria, la reducción del éxito reproductivo o el aumento del riesgo de depredación.
SEO/BirdLife insistió en la necesidad de reforzar la lucha contra el veneno en España. La ONG consideró fundamental el compromiso del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente para dotar económicamente las líneas maestras de la Estrategia Nacional contra el Uso Ilegal de Cebos Envenenados.
“Hay que seguir apoyando la formación de servicios técnicos y jurídicos de las comunidades autónomas y de agentes de la autoridad, apoyar la investigación del delito y continuar con la creación de más unidades caninas especializadas en la detección de venenos“, concluyó De la Bodega.

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