Inyección de liquidez récord en Japón para contener el seísmo económico

  • Tokio.- El Banco de Japón (BOJ) anunció hoy una inyección récord de 132.000 millones de euros para contrarrestar el impacto económico del seísmo en los mercados, mientras la Bolsa de Tokio se desplomaba y parte de la actividad industrial está paralizada en el país.

El Banco de Japón intenta manter la estabilidad de los mercados
El Banco de Japón intenta manter la estabilidad de los mercados

Tokio.- El Banco de Japón (BOJ) anunció hoy una inyección récord de 132.000 millones de euros para contrarrestar el impacto económico del seísmo en los mercados, mientras la Bolsa de Tokio se desplomaba y parte de la actividad industrial está paralizada en el país.

El índice Nikkei cayó el 6,18 % en su primera sesión tras el fuerte terremoto y posterior "tsunami" del viernes, y ahondó sus pérdidas al producirse una explosión antes del mediodía en la central nuclear de Fukushima.

El parqué tokiota alcanzó su nivel más bajo en cuatro meses ante los daños materiales del cataclismo, los cortes eléctricos y de las comunicaciones, y la suspensión de la producción en algunas de las mayores marcas tecnológicas y de automóviles de Japón.

El BOJ se tuvo que poner el mono de trabajo y sacó todo su arsenal para el rescate del músculo financiero nipón.

La institución emisora puso en circulación una cifra récord de billetes en una misma jornada, mantuvo los tipos de interés virtualmente a cero (del 0 al 0,1 %) y amplió en 5 billones de yenes (43.730 millones de euros) su fondo de compra de activos.

La inyección de liquidez de urgencia alcanzó los 15 billones de yenes (131.859 millones de euros) hasta batir su anterior marca de 4,5 billones de yenes (39.557 millones de euros, al cambio actual) de octubre de 2008.

El gobernador del BOJ, Masaaki Shirakawa, consideró que el sistema financiero nipón "ha sobrevivido al impacto del devastador terremoto del viernes".

Sin embargo, matizó que, en el conjunto de la economía japonesa, "la incertidumbre es alta".

Muchas de las grandes compañías de Japón han reducido o incluso detenido la actividad en sus fábricas, en parte por el llamamiento del Gobierno para reducir el consumo eléctrico tras los problemas en algunas plantas nucleares y los previstos apagones.

La mayor empresa de Japón, Toyota Motor, cuya capitalización prácticamente duplica a la segunda, mantiene suspendida hasta el miércoles la actividad en todas sus plantas del país, lo que rebajará en estos tres días su producción en 40.000 vehículos.

Sus acciones se depreciaron hoy el la bolsa el 7,19 %.

También Suzuki ha detenido su actividad en todo Japón hasta el miércoles, mientras su actual paralización la extendió hasta el domingo Honda, cuarta firma nipona por su valor en Bolsa.

Esas marcas de coches -un sector que supone casi una quinta parte del PIB nipón- preveían problemas a la hora de recibir piezas de sus proveedores.

La industria de la tecnología y electrónica ha protagonizado al mismo tiempo los mayores paros en Japón.

Sony, Mitsubishi Electric o Toshiba también detuvieron hoy, en mayor o menor grado, la actividad en algunas plantas.

Tokyo Electric Power (Tepco), operadora de la accidentada central nuclear de Fukushima que es causante en parte de los apagones de luz, retrocedió el 23,57 % en el mercado japonés.

El sector de las aseguradoras y los combustibles fósiles acapararon las mayores bajadas en el parqué tokiota, mientras la única industria que se libró de las pérdidas fue la construcción.

Las autoridades japonesas hicieron piña para evitar una sangría mayor en su economía y, en la víspera de la primera sesión bursátil tras el gran terremoto, el ministro de Economía, Kaoru Yosano, aseguró que luchará contra los movimientos especulativos.

El portavoz del Ejecutivo nipón, Yukio Edano, informó hoy de que destinarán 30.200 millones de yenes (264 millones de euros) para comida y atención médica en las áreas más afectadas por los desastres naturales.

La peor crisis de Japón desde la II Guerra Mundial, tal y como la definió su primer ministro, Naoto Kan, puede acarrear pérdidas superiores a 100.000 millones de dólares (71.761 millones de euros) para el país, según dos firmas de EEUU.

Rafa Caballero

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