Claves para entender el protocolo WLTP y cómo influirá en la compra de un coche

  • Para determinadas versiones puede cambiar el tramo del impuesto de circulación que les corresponde.
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El pasado mes de septiembre se implantó una novedad importante en la industria del automóvil. Entró en vigor en Europa el nuevo sistema de medición WLTP -Procedimiento Global Armonizado de Ensayos de Vehículos Ligeros, por sus siglas en inglés- de consumos y emisiones contaminantes. Este ciclo de homologación se diferencia del anterior, el New European Driving Cycle (NEDC), en que las pruebas que se realizan a los automóviles nuevos se aproximan más a las condiciones reales de conducción.

Al ser más rigurosos los ensayos, significa que los fabricantes deben trabajar más duro para que sus modelos respeten la normativa de contaminación vigente. La más reciente, la Euro 6c, se aplica también desde el 1 de septiembre. Se caracteriza por unos límites máximos de gases más estrictos. En el caso de los turismos, destacan las alteraciones en el monóxido de carbono (CO) -baja de 0,5 mg/Km a 0,15- y en los óxidos de nitrógeno (NOx) -se reduce de 0,08 mg/Km a 0,015-.

¿En qué consiste el WLTP?

El protocolo WLTP es un conjunto de procedimientos para homologar vehículos nuevos con validez global, ya no solamente europea como el NEDC. Los exámenes a los que somete a dichos modelos tienen lugar fuera del laboratorio, en la vía pública. De esta forma, permite que los resultados muestren cifras más realistas y variables según las condiciones del entorno como el tráfico o la estación del año. Sus criterios se basan en encuestas con el fin de reflejar los perfiles de conducción más comunes.

Las principales diferencias frente al NEDC radican en que los ensayos duran más -treinta minutos en lugar de veinte-, se recorren distancias mayores -23 Km en vez de 11-, las velocidades que se alcanzan son más altas -las medias un 50 % más-, se utiliza entre un 20 y un 30 % más de potencia del motor y, para cada motor disponible, se tienen en cuenta el acabado de equipamiento más sencillo y el más equipado para interpolar el dato final. Los consumos y emisiones ya no se reflejan según los ciclos urbano, extraurbano y combinado, sino a velocidad baja, media, alta y muy alta -en autopista, a 130 Km/h, diez más que con el NEDC-.

¿Cómo afecta el WLTP a los coches nuevos?

Partiendo de este estándar más exigente, los gases expulsados y el uso de carburante declarados por las marcas aumentan. Pero sus implicaciones dependen de cada país. En España, el Gobierno ha dado una moratoria para emplear los valores del WLTP. Hasta el 31 de diciembre de 2020, los datos del nuevo protocolo se equipararán a los del ciclo NEDC y contarán como si estuviese efectivo el segundo. El objetivo es disminuir el impacto económico para el consumidor.

Sobre el papel, la aplicación del WLTP se traduce en que para determinadas versiones puede cambiar el tramo del impuesto de circulación que les corresponde. Esta tasa se calcula en España según los gramos de dióxido de carbono emitidos por kilómetro. Entre 0 y 120, el vehículo está exento; de 121 a 159, es el 4,75 %; de 160 a 199 asciende al 9,75 % y en el resto es de un 14,75 %. De este modo, un vehículo que antes se vendía con unas emisiones de 100 g/Km de CO2, con el WLTP puede superar la barrera de los 120.

Muchos fabricantes tenían previsto este panorama y han actualizado progresivamente en 2018 la oferta de motores de sus modelos, tanto los de gasolina como los de gasóleo. Los nuevos no solo respetan la normativa Euro 6c, sino que varios, por ejemplo los del grupo francés PSA -Citroën, DS, Opel y Peugeot- o los de BMW y MINI, ya cumplen la futura Euro 6d-TEMP que llegará en 2020. En algunos casos, como Volkswagen, también empiezan a comunicarse los consumos y emisiones con la nueva clasificación del WLTP.

¿Qué ocurre con los híbridos y eléctricos?

Este protocolo no se olvida de los automóviles propulsados por energías alternativas. Sus ciclos de homologación son igualmente más duros para aquellos que funcionan con electricidad, en compañía de o sin un motor térmico. Donde más se notará es en el segmento de los híbridos enchufables. Mientras que con el NEDC se probaban en modo eléctrico con la batería totalmente cargada, con el WLTP se repiten los recorridos hasta que se descarga. Así se fuerza al propulsor de combustión a que intervenga más, lo que incrementa los consumos y emisiones.

A pesar de ello, estas subidas no alcanzarán, en general, el siguiente segmento del impuesto de matriculación en España. Pero sí podrán influir en la etiqueta medioambiental de la DGT. Por ahora, los híbridos enchufables con una autonomía eléctrica superior a cuarenta kilómetros entran en la misma categoría que los eléctricos, la etiqueta 'Cero'. Si con el WLTP esa cifra se modifica, pasarán a la etiqueta 'Eco', que conlleva menores ventajas en ciudades con restricciones a la circulación.

Esa variación en la autonomía cobra más trascendencia aún en los modelos completamente eléctricos. Si un Renault ZOE se promocionaba con 400 kilómetros basándose en el protocolo NEDC, el WLTP la ha rebajado a 300. Otro ejemplo es el Hyundai IONIQ, que ahora se anuncia con 204 kilómetros en lugar de los 280 con los que se lanzó. El mejor parado, a fecha actual, es el Jaguar I-PACE, con 480 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP, más incluso que el Tesla Model S -430-.

¿Qué sucede en Barcelona y Madrid?

Los ayuntamientos de ambas ciudades han desarrollado planes para restringir el tráfico a los vehículos más contaminantes. Se articulan en torno a la citada etiqueta medioambiental de la DGT, que será obligatoria a partir de 2019. Aquellos que no la tengan verán limitado su acceso a determinadas zonas, cuya extensión se irá ampliando de aquí a 2025.

La clave para saber si un automóvil puede o no recibirla es su fecha de matriculación: quedan descartados los turismos de gasolina anteriores al 2000 o normativa Euro 3 y los de gasóleo previos al 2006 o normativa Euro 4. Los demás se beneficiarán temporalmente de mayor libertad, siendo total para los completamente eléctricos y los híbridos enchufables descritos en el punto anterior -etiqueta 'Cero'-.

En Barcelona, ahora mismo se prohíbe el tráfico de vehículos sin etiqueta dentro de las Rondas de circunvalación en episodios de alta contaminación. El Ayuntamiento prevé hacer esta medida permanente para turismos Euro 1 y furgonetas que no la cumplan en enero de 2019. Y en 2020 para cualquier vehículo sin el distintivo de la DGT.

El 23 de noviembre de 2018, Madrid vetará la entrada a los que no lo lleven a la almendra central -el Área de Prioridad Residencial (APR)-. La excepción provisional serán los vehículos de los residentes. Aquellos con etiqueta B o C solo podrán aparcar en espacios autorizados, mientras que los 'ECO' y 'Cero' gozarán de vía libre. Desde 2025, ningún turismo o furgoneta sin etiqueta tendrá permitida la circulación en todo Madrid, aunque no se produzca un episodio de alta contaminación.

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