A las puertas del invierno: 700 refugiados pueden morir de frío en un campo bosnio

  • Cientos de personas afrontarán los meses más duros en condiciones precarias en lo que pretendía ser un campo temporal ante la ola de entradas. 
Campo de refugiados Bosnia
Campo de refugiados Bosnia
EFE

Se suponía que el campamento de refugiados de Vucjak era una solución temporal. Un grupo de carpas que ofrecían abrigo a los inmigrantes que quedaban fuera de los desbordados campos de refugiados oficiales en Bosnia y Herzegovina. Ubicado al noroeste del país, cerca de la frontera con Croacia, el improvisado campo ahora alberga a más de 700 personas en un terreno que solía ser un vertedero de basura y que está plagado de minas terrestres. 

"Falta calefacción, escasea el agua potable y hay un desbordamiento absoluto de personas", comenta Françcois Giddey, el coordinador del terreno de Médicos Sin Fronteras en Bosnia.  Solo algunos de los migrantes que han llegado a Vucjak -la gran mayoría migrantes afganos y pakistanies- entran en las carpas, las demás personas viven en edificios abandonados o en donde encuentren refugio", cuenta. El coordinador confirma que este número podría alcanzar las 2.000 personas, todas dispersas por  el área cercana al campo de refugiados. 

Carpa campo de concentración Bosnia
El interior de una de las carpas del campo de refugiados en Vucjak. / MSF

Este martes varios representantes del Consejo de Europa y de la Cruz Roja han demandado la evacuación urgente de un precario campamento de situado en el noroeste del país y han alertado de que si no se toman medidas puede haber muertos debido al intenso frío y la nieve. Además, denuncian que el entorno se ha convertido en un lodazal por la mezcla de agua helada con la tierra. 

Así afrontarán los meses de frío estas personas si no se toman medidas urgentes para sacarles de ahí. Este martes Bosnia vivió su primer nevada de la temporada, la temperatura bajó hasta los -4 grados y los refugiados durmieron sin ningún tipo de resguardo. François comenta que la organización hace su mayor esfuerzo para brindar asistencia básica y de salud mental a estas personas. Sin embargo, de cara al mal tiempo temen que hayan muertes ocasionados por la hipotermia y espera que las enfermedades respiratorias se disparen entre los inmigrantes.

En la misma línea, la comisaria del Consejo de Europa para los derechos humanos, Dunja Mijatovic, pidió este martes la evacuación inmediata de los refugiados del campamento donde cientos de las personas alojadas en empezaron a rechazar la comida en señal de protesta por el empeoramiento de la situación por el temporal que azota la región. "Vucjak debe ser cerrado hoy mismo. Si no se hace, la gente empezará a morir", advirtió Mijatovic durante una visita al campamento, calificado por la ONU de "inhumano".

Sin embargo, las autoridades bosnias se han desentendido del campo y no se han pronunciado al respecto. 

Escasez de agua en el campo de refugiados de Bosnia
En el campo hay escasez de agua por la falta de las infraestructuras necesarias. / MSF

"Protestan por las difíciles condiciones en que están alojados. Rechazaron la comida, y el campo debe ser clausurado", señaló Midzic, y recordó que ya advirtió de que el campo debía ser cerrado antes del invierno. También la Unión Europea (UE) ha pedido en varias ocasiones el cierre de Vucjak.

Las autoridades del cantón de Una-Sana, el más afectado por la crisis migratoria, reclaman desde octubre al Gobierno central bosnio la urgente reubicación de los refugiados. Desde el año pasado, más de 43.000 inmigrantes llegaron a esa zona con la intención de entrar en la UE.

Maltratados durante "el juego"

Giddey también ha destacado las condiciones en las que los migrantes llegan al campo. Durante "el juego" -nombre que se le da al intento de cruzar la frontera con Croacia-, la policía del país vecino utiliza la fuerza para evitar que más personas entren al país. "Regresan con quemaduras, costillas rotas y golpes severos", denuncia el de Médicos Sin Fronteras.  "Aunque no hay cifras oficiales, soy testigo de que un número significativo vuelve seriamente maltratado", comenta. 

El portavoz Señala que a todas estas complicaciones hay que añadirle la dificultad para llegar y ayudar a estas personas debido a que las autoridades dificultan la movilización de los equipos de ayuda. "se nos hace muy difícil llegar a ellos", señala. 

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