China define el criterio para la pena de muerte: corrupción y malversación cuestan la vida

  • Será aplicable a aquellos líderes corruptos que malversen o reciban sobornos superiores a los tres millones de yuanes (410.000 euros).

    En caso de que el acusado coopere la pena capital podría conmutarse por cadena perpetua.

China define el criterio para la pena de muerte: corrupción y malversación cuestan la vida
China define el criterio para la pena de muerte: corrupción y malversación cuestan la vida
M.L.

La Corte Popular Suprema y la Procuraduría Popular Suprema de China han precisado cómo debe ser aplicada la pena capital en casos de corrupción, informa la agencia Xinhua. Asimismo, la pena máxima se prevé para culpables de malversación y los que acepten más de 460.000 dólares de sobornos.

En el caso de la presencia de factores atenuantes, la pena de muerte puede ser suspendida con un aplazamiento de dos años. Cuando la pena capital se considera un castigo demasiado fuerte, puede ser sustituida por la cadena perpetua sin posibilidad de conmutación o libertad condicional.

El baremo, que entra en vigor a partir de su publicación, pretende clarificar la última revisión del Código Penal, a finales de 2015, en la que no estaban estipuladas las cantidades exactas para aplicar o no la pena máxima, por lo que la decisión última quedaba sometida a la subjetividad de los jueces.

Tribunal y Fiscalía indican que en caso de que el acusado coopere en la investigación -en alusión a que confiese el delito o devuelva el dinero malversado- la pena capital podría suspenderse durante dos años, lo que a efectos prácticos significa su conmutación por cadena perpetua, la sentencia más habitual en casos de corrupción en China.La complicidad por no denunciar también será castigada

Las penas por corrupción fueron enmendadas a finales de 2015 por considerar que las cantidades de dinero malversadas punibles con castigos como la cadena perpetua o la pena de muerte eran demasiado bajas, ya que se habían establecido en 1997 y la inflación las había dejado obsoletas.

Esa revisión de 2015 eliminó además alusiones a cifras exactas y hablaba por ejemplo de pena de muerte para "cantidades de dinero extremadamente grandes", un criterio subjetivo que las instancias judiciales han decidido limitar hoy para evitar confusiones.

La norma emitida este lunes también advierte que los altos cargos pueden ser juzgados por complicidad si no denuncian la corrupción de colegas cercanos, incluso si forman parte de su familia.

Al mismo tiempo, subraya que la donación de dinero a la beneficencia u otras causas públicas no será considerada como un eximente en hipotéticos juicios por corrupción.

El presidente chino, Xi Jinping, lanzó a su llegada al poder en 2013 una campaña contra la corrupción y la malversación en instituciones oficiales que se ha saldado con decenas de destituciones, expulsiones del Partido Comunista, investigaciones, juicios y condenas a líderes o exlíderes nacionales a todos niveles, incluido el Ejército.

Entre estas investigaciones, uno de los casos más sonados fue la investigación y proceso Zhou Yongkang, de 72 años, ministro de Seguridad Pública entre 2002 y 2007 y miembro, entre 2007 y 2012, del Comité Permanente del PCCh, el reducido grupo que toma las decisiones más importantes en China.

China es, según Amnistía Internacional, el país que más ejecuciones lleva a cabo, con más de 1.000 al año, aunque no hay cifras oficiales exactas ya que el régimen comunista las considera secreto de Estado.

El total de ejecuciones, en todo caso, ha bajado con respecto a la pasada década a raíz de que el Tribunal Supremo redujera de 68 a 55 el número de delitos punibles con la pena de muerte y recuperara el poder para ratificar esas sentencias, del que no dispuso durante 20 años.

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