Cientos de miles de brasileños salen a las calles contra la política de Dilma Rousseff

  • Las protestas por la falta de crecimiento económico, la inflación y la corrupción han tenido lugar en decenas de ciudades, con epicentro en Río, San Pablo y Brasilia.

    La presidenta del país sudamericano se encuentra en el momento más débil de su gestión, con una imagen positiva solo para el 11% de la población.

Miles de brasileños protestaron en las calles.
Miles de brasileños protestaron en las calles.
Diego Caldentey

Cientos de miles de personas salieron este domingo a las calles de las principales ciudades de Brasil para protestar por la falta de crecimiento económico, la inflación y la corrupción, y hartos de la gestión política de la presidenta Dilma Rousseff.

Estas son las primeras manifestaciones multitudinarias que se celebran en el país sudamericano durante este año. Las marchas estaban convocadas este domingo en varios puntos del país contra el Gobierno de Rousseff, y también contra la figura de Luiz Inácio Lula da Silva.

La protestas han conseguido reeditar la que se celebró hace un año y llevó a las calles a más de un millón de personas. En San Pablo, la marcha estaba convocada a las 15.30 hora local (19.30 hora de España) y en Río los manifestantes comenzaron a concentrarse desde las 10.00 hora local (14.00 horas en España).

En el caso de San Pablo, los organizadores hablan de que fueron alrededor de 240.000 las personas que han ocupado la principal avenida de la ciudad. "Queremos que haya penas por los actos de corrupción", fue uno de los mensajes impresos por el público durante la movilización.

La oposición, que ha convocado a las protestas, exige la salida del poder de Rousseff. Movimientos sociales también se han plegado a estos reclamos en decenas de ciudades, cuya principal bandera es la protesta por los escándalos de corrupción que envuelven al actual Gobierno.

La presidenta brasileña enfrenta en la actualidad una petición de destitución en la Cámara de Diputados. Sin dudas, atraviesa uno de los momentos más débiles desde que llegó al poder. Según las últimas encuestas, sus índices de popularidad rondan el 11%, mientras la economía se encuentra en franco declive.

Como si fuera poco, el gran mentor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido triste noticia en las últimas semanas, acusado también de beneficiarse de la corrupción de la petrolera estatal Petrobras. La Fiscalía de San Pablo lo ha denunciado por lavado de dinero, en un caso judicial paralelo, y ha pedido su prisión preventiva.

En Brasilia, uno de los lugares estratégicos convocados por los movimientos que piden la cabeza de la presidenta, al menos 45.000 personas se reunieron en la Explanada de los Ministerios, frente al Congreso Nacional, según publica el diario brasileño 'Folha de Sao Paulo'. Los organizadores de la protesta aseguraron que fueron el doble de personas quienes se movilizaron contra Dilma, Lula y compañía.

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