Multada con 77 euros por hacer perder clase a su hija y llevársela de vacaciones a Ibiza

Una madre británica ha sido multada con 60 libras, 77 euros, por llevarse a su hija de vacaciones a Ibiza y que ésta se perdiera clase.

Algo que puede parecer tan absurdo como no llevar a los pequeños al colegio por hacer un viaje de familia se ha convertido en una pesadilla para una mujer británica que ha visto como el colegio de su hija le ha puesto una denuncia por no llevarla a clase.

Michelle Smith había planeado un viaje familiar a Ibiza aprovechando las vacaciones de Pascua. Sin embargo, al mirar las vacaciones de sus cuatro hijos, para elegir las fechas, se dio cuenta de que había algo que no encajaba. Una de sus hijas, Amelia, no tenía los mismos días que el resto de sus hermanos.

Esto es algo habitual en Reino Unido ya que los festivos no los elige el gobierno nacional ni tan siquiera el loca sino que son los centros los que eligen sus días de vacaciones. Por eso, en ocasiones en una misma localidad los colegios pueden tener distintos días de fiesta.

No obstante, Michelle optó por coger su viaje a la isla pitusa y pasar unos días con toda la familia. Sin embargo, al regresar de vuelta a casa se encontró con la sorpresa de que el centro escolar de su hija le había multado por haber faltado a clase una semana (la familia se fue de vacaciones el 29 de marzo y volvió el 6 de abril).

“No podía creer que las vacaciones fueran tan diferentes a las de sus hermanos”, señaló la madre quien avisó al centro de los días que la niña iba a faltar a clase.

No sirvió de nada, la directora del centro, Karen McCarter, afirmó que, pese a la situación tan compleja que se ha provocado, el colegio solo puede justificar la ausencia de sus alumnos cuando se trata de funerales o lutos bajo ningún concepto por vacaciones.

Michelle afirmó a varios medios que la multa le parecía absurda y que no la iba a pagar. Pero, las consecuencias pueden ser todavía peores si finalmente opta por no hacer frente a la sanción. La británica podría enfrentarse a una multa mayor (3.200 euros) e, incluso, podría entrar en prisión tres meses.

"El sistema no tiene en cuenta a las familias grandes que tienen hijos en diferentes escuelas. Nunca se me ocurriría sacar a Amelia del colegio para irme de vacaciones, pero en este caso no teníamos otra opción", concluye.