Ahora puedes probar el whisky del aventurero de la Antártida

  • Hace más de cien años, Ernest Shackleton abandonó la cabaña en la que vivió su aventura antártica. Al marchar olvidó tres cajas de whisky. Después de recuperarlas y descongelarlas, los amantes de esta bebida soñaban con poder probar, al menos, algo parecido. Ya es una realidad, pero su precio está a la altura de un trago en un momento de necesidad: más de 100 euros.
Ahora puedes probar el whisky del aventurero de la Antártida
Ahora puedes probar el whisky del aventurero de la Antártida
Getty
Emily Stone, Chicago (EEUU) | GlobalPost

Pocos de nosotros querríamos revivir la ardua caminata que hizo Ernest Shackleton al Polo Sur hace 103 años y en la que no tuvo éxito. Sin embargo, una destilería de Glasgow ha apostado que un montón de gente va a querer beber el whisky que Shackleton llevaba consigo en su aventura antártica.

Tres cajas de whisky del explorador pasaron un siglo olvidadas y congeladas en una roca debajo de la cabaña que utilizó como plataforma en su incursión en el polo. Una vez descubiertas, tuvieron que transcurrir otros cuatro años de estrategias antes de que se pudieran extraer con seguridad las cajas, pasar una estancia en Nueva Zelanda, donde se descongelaron las botellas en un laboratorio en condiciones muy específicas, un viaje en jet privado de regreso a Escocia y ocho semanas de rigurosos análisis, pero por fin ha llegado el momento: se ha recreado el whisky de la aventura antártica de Shackleton y está listo para que los simples mortales puedan beberlo.

Whyte & Mackay, la compañía que ahora es propietaria de la destilería que hizo el licor de Shackleton. Ahora han anunciado que han conseguido la mezcla original, a la que considera deliciosa y que ha creado "una réplica exacta."

Cincuenta mil botellas saldrán a la venta en un periodo de dos a ocho semanas, ha anunciado Rob Bruce, director de relaciones públicas de la compañía. Las ventas comenzarán en el Reino Unido y a continuación se lanzará a los mercados clave de Europa, EEUU, Australia y Nueva Zelanda.

Las botellas costarán  más de 110 euros y el 5 por ciento de cada venta se donará a la organización sin ánimo de lucro de Nueva Zelanda que se responsabiliza de la conservación de la cabaña de Shackleton.

"Espero haber conseguido que nuestros antepasados y Ernest Shackleton estén orgullosos de la réplica", señala en un comunicado el maestro mezclador Richard Paterson, de Whyte & Mackay. Paterson, quien es conocido en el mundo del whisky como "La nariz" ha sido presionado desde que se produjo el descubrimiento del whisky para conseguir una muestra y, por así decirlo, leer su historia, curioseando y degustándola.

Paterson esperaba que el whisky tuviese un sabor fuerte, un sabor a turba, que era la moda en ese momento. En cambio, según sus notas de cata, descubrió un whisky con "delicados aromas de manzana triturada, pera y piña fresca. Cuenta con un pellizco de mermelada, canela y coquetea con el humo, el jengibre y el azúcar mascabado [sin refinar]".

Bruce no dijo mucho sobre el proceso utilizado por Paterson para crear la réplica.

"Utilizó el whisky de malta existente, incluyendo el líquido de la destilería original Mackinlays", escribió Bruce en un correo electrónico, en referencia a la compañía que fabricó el alijo de Shackleton. "No vamos a revelar nada más que esto sobre esa etapa".

El escritor especialista en whisky Dave Broom verificó que el nuevo licor sabe exactamente como el original, de acuerdo con el comunicado de Whyte & Mackay. Paterson y Broom son las dos únicas personas en el mundo que han dado un sorbo a ambas bebidas.

Las cajas de whisky, junto con dos de brandy, fueron descubiertas en 2006 por los trabajadores de la Antártida Heritage Trust, que limpiaba el hielo que se había ido acumulando durante todo un siglo debajo de la cabaña durante los ciclos anuales de congelación y descongelación.

El refugio se encuentra en una lengua de roca volcánica negra llamada Cabo Royds, y las cajas de madera se habían congelado en el suelo poroso. Los conservadores necesitaron cuatro años para conseguir las herramientas adecuadas que permitieran extraer las cajas sin ningún daño.

Nigel Watson, director ejecutivo de la Antártida Heritage Trust, ha calificado el dinero recaudado procedente de las ventas de las réplicas, casi 285.000 euros como "una donación muy importante y bienvenida". El dinero se destinará a trabajos de conservación del grupo, que incluye el mantenimiento de la cabaña utilizada por Robert F. Scott en su fatal expedición al Polo Sur.

Cuando Shackleton (y el equipo de supervivientes de Scott) abandonaron sus cabañas para dirigirse hacia el norte, dejaron atrás gran parte de sus herramientas y provisiones. Es probable que almacenasen el whisky debajo de la cabaña y que lo olvidaran o lo considerasen innecesario una vez que los hombres regresaron de nuevo a la civilización.

Las pruebas de Paterson revelaron que el whisky tiene un porcentaje de alcohol del 47,3 por ciento, que es alto. Cree que esto ayudó a evitar que el líquido se congelase. El resultado, según refleja en sus notas, es que "impacta de lleno, pero de una manera suave y cálida". Tiene como susurros de suave humo de hoguera que va dejando paso lentamente a ricos caramelos picantes, jarabe de melaza y nueces de pacana".

Sin duda, las cosas por las que Shackleton y sus hombres anhelaban regresar a su hogar.

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