Al menos 30 personas han muerto en las protestas en Siria

  • El último enfrentamiento se ha producido esta noche, cuando las autoridades sirias han disparado contra unos manifestantes en Homs. Justifican los disparos al considerar una "insurrección armada" la concentración que llevaron a cabo en la noche del lunes miles de manifestantes, desafiando la advertencia de las autoridades.
Agencias

Al menos 30 personas han muerto en los últimos dos días y otras 90 han resultado heridas durante los disturbios ocurridos en la ciudad siria de Homs, que se han recrudecido esta madrugada, según el grupo opositor la Revolución Siria contra el presidente Bashar al Asad.

Este grupo, uno de los más activos durante la revuelta, denunció en su página en Facebook la muerte de un joven de 26 años esta madrugada, supuestamente la última víctima de los disturbios que estallaron en esta localidad del centro del país el pasado sábado.

Según el canal de televisión qatarí Al Jazeera, que cita al activista opositor sirio Omar Adlabi, la policía disparó de manera intensa contra los manifestantes, que se concentraban en la plaza "Al Hurriya" (La Libertad, en árabe).

Asimismo, un ciudadano de la localidad identificado como Abu Asam, indicó a esta cadena de televisión que las líneas telefónicas estaban casi cortadas y agregó que los agentes dispararon directamente contra la gente.

Las fuerzas de seguridad sirias han disparado contra los miles de manifestantes que se han concentrado esta noche en la ciudad de Homs, ubicada 165 kilómetros al norte de Damasco, desafiando la advertencia de las autoridades de acabar con lo que han denominado una "insurrección armada", según ha informado un activista.

De acuerdo con esta versión, uno de los agentes ha solicitado con un megáfono a los manifestantes que abandonen la plaza donde se encuentran y poco después sus compañeros han abierto fuego y han lanzado gases lacrimógenos contra la multitud. Dos vecinos de la ciudad han podido escuchar el tiroteo.

El activista consultado por Reuters ha señalado que no se atreven a acudir a los hospitales para ser atendidos, por miedo a que la Policía Secreta los intercepte por el camino.

Ninguna de estas informaciones ha podido ser confirmada, ya que la mayoría de los medios de comunicación internacionales han sido expulsados de la ciudad para que no presencien las manifestaciones antigubernamentales e incluso algún periodista ha sido detenido.

Este incidente se produce después de que miles de personas reclamaran el lunes la dimisión del presidente, Bashar al Asad, durante el funeral por los ocho fallecidos en Homs el pasado fin de semana a causa de la represión.

El país vive una creciente tensión social, pese a la promesa de que esta semana se levantará la ley de emergencia. El número de víctimas registrado en el marco de estas revueltas no deja de crecer, y según las estimaciones de los grupos pro Derechos Humanos supera los dos centenares.

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