Alemania debate un mínimo de participación femenina en puestos directivos

  • Más del 90 por cien de las principales compañías alemanas no tiene mujeres en sus juntas directivas. Esta situación ha creado un debate sobre la cuota de género en los consejos de administración y posiciones ejecutivas. Las posturas de dos ministras muestran la polarización sobre el tema, mientras la élite empresarial -dominada por hombres- se opone a una cuota obligatoria.
¿Una cuota de género en Alemania?
¿Una cuota de género en Alemania?
lainformacion.com
David Wroe, Berlin (Alemania) | GlobalPost

El comité ejecutivo de Deutsche Bank está formado por 12 hombres. Pero el presidente del banco, Josef Ackermann, cree que debería haber más mujeres en posiciones ejecutivas en el mundo empresarial alemán.

La razón, según explicó recientemente al diario económico Handelsblatt, es que las mujeres harían que las salas de los consejos fuesen "más coloridas y bonitas".

En el gabinete de la canciller Angela Merkel se ha desatado un profundo debate sobre si el dominio masculino en la principal economía de Europa necesita ser invertido, imponiendo una cuota del 30 por ciento de mujeres en los consejos de administración y en posiciones ejecutivas.

El tema ha abierto una fisura en Alemania, que pese a su postura habitualmente progresista en muchos aspectos mantiene una visión sorprendentemente tradicional en los asuntos de género.

La actual mezcla de géneros es ridícula: tan solo el 2,2 por ciento de las posiciones de liderazgo en las 100 principales empresas del país están en manos de mujeres, según un reciente estudio realizado por el Instituto Alemán de Investigación Económica.

La cifra contrasta con el 15,7 por ciento de mujeres presentes en altos cargos del índice Fortune 500 en EE UU, según Catalyst, una organización de mujeres empresarias de Wall Street.

También contrasta profundamente con la amplia representación de mujeres en el gobierno de Merkel: seis entre un total de 16 ministros.

Sin embargo, más del 90 por ciento de las 100 principales compañías alemanas no tienen ni una sola mujer en sus juntas ejecutivas.

El tema ha polarizado a los alemanes. Las posturas enfrentadas de dos destacadas ministras al respecto (las de Trabajo y de Familia) es representativa.

La ministra Von der Leyen, de 52 años, tiene siete hijos y es conservadora moderada. Está a favor de la cuota obligatoria del 30 por ciento.

La ministra Schroeder, de 33 años, es la mujer más joven en formar parte de un gabinete federal alemán y está embarazada de su primer hijo. En el pasado han sido notorios sus enfrentamientos con las feministas por sus puntos de vista conservadores. Quiere que cualquier cuota sea voluntaria.

La canciller Merkel ha bloqueado la propuesta de Von der Leyen, declarando a través de su portavoz que en Alemania "no habrá una cuota obligatoria".

No necesita una batalla política interna en un año lleno de elecciones clave, aunque algunos expertos aseguran que ella está personalmente a favor de una cuota obligatoria, según informó la revista Der Spiegel.

La élite empresarial dominada por hombres en general se opone a imponer una cuota. Pero muchas mujeres en altos cargos también están en contra de la idea.

Marie-Christine Ostermann, de 33 años, es socia ejecutiva en una gran empresa de catering y suministros para restaurantes y forma parte del consejo de administración de una empresa óptica. También es miembro de la Asociación de Jóvenes Empresarios.

Se opone a la cuota porque dice que las compañías tienen que ser libres para poder elegir a los mejores candidatos para los puestos clave, sea cual sea su sexo.

Según ella, una mejor solución sería mejorar las condiciones para que las mujeres puedan desarrollar sus carreras laborales, creando por ejemplo más guarderías públicas y que las escuelas abran todo el día (la mayor parte de los niños en Alemania salen de la escuela al mediodía).

"Esa es un razón importante por la que no hay muchas mujeres en posiciones ejecutivas. Pero no creo que por ello Alemania ser un 'club de hombres'. Puede que haya casos individuales de una actitud machista en niveles ejecutivos, pero mi experiencia es que las mujeres son bien aceptadas en posiciones de liderazgo", afirma.

Alemania también necesita animar a más mujeres para que accedan al mundo de la ingeniería y la ciencia, lo que les permitiría que escalasen más puestos en el sector manufacturero.

Aún así, Ostermann apunta que las empresas alemanas tienen que mejorar sus políticas de conciliación familiar, dando por ejemplo más flexibilidad a las mujeres en su horario laboral.

¿Pero tomará medidas al respecto la comunidad empresarial alemana si no son obligados a ello?

Algunas experiencias recientes no son muy alentadoras. El gobierno llegó a un acuerdo con la industria hace 10 años para promocionar a más mujeres de modo voluntario. Ese acuerdo, según apunta la ministra Von der Leyen, ha sido "un fracaso abismal".

Cuando descartó implantar la idea de la cuota, Merkel dijo que las empresas se merecen otra oportunidad, pero dejó claro que si no hacen progresos al respecto el gobierno intervendrá en el asunto. Pero los partidarios de la cuota no se muestran optimistas.

 "No funciona sin cuotas, porque nada cambia", asegura Margret Moenig-Raane, líder del poderoso sindicato de servicios ver.di y miembro del consejo de administración del gigante Arcandor.

Señala el ejemplo de Noruega, que introdujo en 2003 una cuota obligatoria del 40 por ciento de mujeres y cuya economía progresa bien. Francia y España también han aprobado leyes similares y han dado a las empresas seis y cuatro años respectivamente para cumplirlas.

En cuanto al argumento de que las cuotas son tan solo una solución provisional que distrae la atención de una tarea fundamental que consiste en asegurar que el trabajo de la mujer se valore igual que el del hombre, Moenig-Raane dice que se trata de un debate en falso.

"Se puede hacer uno sin renunciar al otro. No digo que las cuotas en si vayan a salvar los problemas del mundo, sino que sin ellas no vamos a aumentar la cuota de mujeres en todos los niveles directivos".

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