Alemania elige presidente en año electoral inesperadamente movido para Merkel

  • La Asamblea Federal alemana se reúne este domingo para elegir al nuevo presidente, una votación que se prevé ganará cómodamente Joachim Gauck, un carismático ex disidente nacido en la Alemania comunista, que abrirá un año electoral inesperadamente movido para las filas de la canciller Angela Merkel.

Gemma Casadevall

Berlín, 16 mar.- La Asamblea Federal alemana se reúne este domingo para elegir al nuevo presidente, una votación que se prevé ganará cómodamente Joachim Gauck, un carismático ex disidente nacido en la Alemania comunista, que abrirá un año electoral inesperadamente movido para las filas de la canciller Angela Merkel.

Gauck, candidato consensuado de la coalición gubernamental y la oposición socialdemócrata-verde, tiene sobre el papel el respaldo de 1.100 de los 1.240 puestos de la Asamblea, integrada por los 620 diputados del Bundestag (cámara baja), más el mismo número de representantes designados por los "Länder".

La alternativa es Beate Klarsfeld, representante como Gauck de la lucha contra la impunidad, en su caso por su labor como cazanazis -como Klaus Barbie, el Carnicero de Lyon, a cuya captura en Bolivia, en 1983, contribuyó-. La respaldan los 124 puestos de La Izquierda, única formación del Bundestag que no apoya a Gauck.

Hay un tercer candidato, el revisionista de la ultraderecha Olaf Rose, quien entre otras cosas sostiene que Rudolf Hess, lugarteniente de Adolf Hitler, no se suicidó a los 93 años en la cárcel berlinesa de Spandau, sino que fue asesinado por los aliados.

A Rose se le vaticinan los tres votos que tiene la ultraderecha, por sus escaños en cámaras regionales, y su candidatura se encuadra en la norma de ese reducto radical de defender una opción propia.

Todo apunta a un domingo radiante para Gauck, cuyo cometido es regenerar la presidencia, cargo representativo en Alemania con carácter de autoridad moral, ahora en entredicho tras la dimisión bajo sospechas de corrupción de su antecesor, Christian Wulff.

La elección sucede un mes después de la retirada de Wulff, el político cristianodemócrata al que Merkel colocó en la presidencia en junio de 2010, para cubrir la vacante de otro correligionario, Horst Köhler, a su vez dimitido tras justificar la misión en Afganistán con los intereses económicos de Alemania.

Tras dos presidencias fallidas, ambas detentadas por candidatos de Merkel, a la canciller no le quedó otra que aceptar a Gauck, un independiente que ya trató de acceder al cargo en 2010, apoyado por socialdemócratas y verdes, y que fue derrotado por Wulff.

Ya entonces se consideró a Gauck un hombre hecho a la medida para un cargo para el que se requiere cierto talante de "padre de la nación", pero Wulff se impuso con los votos de la coalición.

De 72 años y pastor protestante, Gauck está destinado ahora a convertirse en el primer presidente del país nacido bajo la Alemania comunista, dos décadas largas después de la reunificación (1990).

Fue en ese proceso de unificación cuando saltó a la vanguardia política, al recibir el encargo del canciller Helmut Kohl de dirigir la autoridad destinada a la custodia y apertura a la consulta de las actas de la Stasi, la policía política germano-oriental.

Igual como a Klarsfeld se la conoce como la mujer que en 1968 abofeteó al canciller Kurt Georg Kiesinger, en el Bundestag, al grito de "¡Nazi, nazi!", Gauck debe su reputación a su trabajo al frente de ese departamento, que dirigió diez años.

Hizo su tarea de forma impecable y sin espíritu revanchista, lo que le granjeó una gran popularidad y un único enemigo político conocido -La Izquierda, partido con fuerte presencia poscomunista-.

Su elección corresponde a la Asamblea Federal, a lo que sucederán tres comicios.

El domingo 25 de marzo se celebran elecciones en el "Land" del Sarre (fronterizo con Francia), después de la ruptura de la alianza entre la Unión Cristianodemócrata (CDU), los liberales y los Verdes, conocida como "coalición Jamaica" -por los colores identificativos de los tres partidos, idénticos a la bandera de ese país-.

Ya en mayo se celebrarán comicios anticipados en Renania del Norte-Westfalia, el "Land" más poblado de Alemania, cuya cámara se disolvió esta semana al no lograr su gobierno de minoría socialdemócrata-verde la aprobación de los presupuestos.

También en mayo se celebran regionales en Schleswig-Holstein, fronterizo con Dinamarca y gobernado por una coalición entre CDU y liberales, como la de Merkel a escala federal.

Se prevé que cada uno de esos comicios dé una nueva estocada a los liberales, que se verán degradados a extraparlamentarios.

De ser así, el socio de Merkel quedaría ya fuera de 8 del total de 16 cámaras regionales del país. Algo parecido se le vaticina para las generales, previstas para 2013, lo que deja a la canciller sujeta a un socio agónico.

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