Aníbal Cavaco, el líder histórico de los conservadores portugueses en busca de la reelección

  • Aníbal Cavaco Silva, el líder histórico de los conservadores portugueses, ha ganado la renovación a la jefatura de Estado. Es la imagen de la estabilidad política que necesita Portugal frente al FMI y el Banco Central Europeo, que tienen el ojo echado a los lusos frente a un posible rescate económico.
Aníbal Cavaco, quiere repetir presidencia portuguesa
Aníbal Cavaco, quiere repetir presidencia portuguesa
Efe
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A sus 71 años y tras gobernar como primer ministro todo el decenio de 1985 a 1995, Cavaco se presenta ante los portugueses como el político sensato y experimentado capaz de vigilar al Ejecutivo del socialista José Sócrates en la difícil recuperación económica que tiene por delante Portugal.

Con cinco años de jefe de Estado en los que se ha diluido el inicial entendimiento con el primer ministro, Cavaco ha cambiado su discurso original, centrado en la moderación y la independencia partidaria, por la defensa de los intereses del país, que la presión de los mercados han puesto al borde del rescate financiero.

Muy católico, defensor del rigor y los valores morales y considerado hombre de pocas palabras y elocuentes silencios, el presidente portugués es temido entre sus críticos por la capacidad de lanzar veladamente las más explosivas cargas de profundidad.

Pocas y malas migas con José Sócrates

Una de ellas, la insinuación, en medio de las tres elecciones celebradas en 2009, de que se sentía espiado por el Gobierno socialista de José Sócrates, desató una de las peores crisis institucionales de la democracia portuguesa.

El Ejecutivo y el jefe de Estado hicieron solemnes declaraciones por televisión para acusarse mutuamente de manipulación electoral en el episodio que marcó un antes y un después en la cohabitación entre Cavaco y Sócrates, inicialmente tan buena que el primer ministro socialista era criticado en sus filas por un excesivo neoliberalismo.


Gracias al desgaste militar

Oriundo de una comarca del Algarve profundo (sur del país) y miembro de una familia rural de clase media, Cavaco estudió economía en Portugal y el Reino Unido durante el régimen de Antonio Oliveira Salazar y la izquierda le suele reprochar su falta de pedigrí en la lucha contra la dictadura.

Al contrario, Cavaco, primero como ministro de Finanzas de 1980 a 1981 con el difunto Francisco Sa Carneiro, y después como jefe del Ejecutivo, llegó al Gobierno de la mano del desgaste de los militares y la izquierda entronizados por la Revolución de los Claveles de 1974.

El "profesor-doctor" Cavaco Silva, como le denominan con respeto muchos portugueses, se refugió en la enseñanza tras su década como primer ministro y la derrota electoral que sufrió en 1996 en las presidenciales que ganó Jorge Sampaio.

Ya ganó a Manuel Alegre, su principal rival

Pero volvió con fuerza a la política diez años después y derrotó en los comicios presidenciales de 2006, en primera vuelta y por el 50,5 por ciento de los votos, a Manuel Alegre, entonces candidato independiente que obtuvo el 20,7 por ciento (y el único que en estas presidenciales podría haber forzado una segunda vuelta), y a Mario Soares, aspirante oficial socialista que apenas logró el 14,3 por ciento.

Autor de varios libros sobre economía, casado y con dos hijos y cinco nietos, el jefe de Estado ha intentado alejarse en su mandato de la imagen de gestor y dirigente firme del centro-derecha y acercarse a los problemas sociales de Portugal.

Como presidente de la República ha abogado con vehemencia por promover la "inclusión social" en su país y ha realizado numerosos "roteiros", o viajes de trabajo que le han llevado al corazón de las carencias del medio rural y las periferias urbanas.

Social demócrata de peso pesado

La denuncia social, de la falta de desarrollo y del aumento del desempleo e incluso del hambre en Portugal, le han enfrentado con frecuencia con el Gobierno socialista, que le acusa de beneficiar electoralmente a su propio partido, el Social Demócrata (PSD, principal de la oposición).

Cavaco no dejó, como presidente de la República, de ser un hombre de peso en el partido y su ex ministra Manuela Ferreira Leite, que lideró dos años el PSD sin lograr arrebatar a Sócrates el poder en 2009, estaba considerada una dirigente de su entorno, al contrario que el actual presidente de la organización, Pedro Passos Coelho.

Pero la poco calurosa relación con el actual líder de la oposición no ha evitado que los socialistas sigan acusando a Cavaco de preparar desde la Presidencia el relevo de Sócrates, cuya popularidad está en mínimos por la crisis económica.

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