Antony Beevor: La UE tendrá que cambiar su estructura por la crisis del euro

  • Alicia García de Francisco.

Alicia García de Francisco.

Madrid, 25 sep.- Los políticos europeos han sido "muy deshonestos" al no advertir de la "seria amenaza de desintegración" que sufre la Unión Europea, que tendrá que cambiar su estructura y, sin duda, dejar que algunos países, como Grecia y España, se salgan del euro, afirmó hoy el historiador británico Antony Beevor.

"En 1938 los políticos europeos, principalmente en Francia y Reino Unido, fueron deshonestos al no decir a sus ciudadanos el peligro que llegaba de Alemania. Ahora está pasando lo mismo", señaló Beevor en una entrevista con Efe en Madrid, donde hoy presenta su nueva obra, "La Segunda Guerra Mundial".

A sus 66 años, el británico se muestra enérgico y muy convencido de sus ideas, que le sitúan claramente en el bando euroescéptico. "En Reino Unido la deuda está por las nubes pero tiene la ventaja de no estar en el euro", asegura.

Porque para Beevor la crisis actual está provocada por una crisis de modelo, pero también por la mala gestión de los políticos, por su falta de rigor a la hora de estructurar la Unión Europea y el euro.

"No puedes tener una eurozona, una moneda única, una única tasa de cambio para economías que son totalmente diferentes. La única solución pasaría por un solo Gobierno para toda Europa. Ese ha sido siempre el problema de la Unión Europea", explica.

Y esta crisis del modelo del euro se une a la falta de respuestas a los grandes problemas a los que Europa se enfrenta.

"Es una locura pensar que se pueden mantener los estándares de vida actuales", señala Beevor, que entiende los movimientos sociales como el de los "indignados" en España, "porque nadie tiene una respuesta a la situación actual. El capitalismo podía ser la razón por la que todo se movía, pero ahora ya no".

Incluso considera "increíble" que "no haya más movimientos sociales en España con la situación actual".

En España hay un elevado nivel de desempleo, algo que también se daba en los años treinta. La diferencia está en que "ahora hay un vacío ideológico. El capitalismo está cayendo y nadie viene con ideas para sustituirlo".

Y piensa que será en Francia donde comience todo, las barricadas o lo que sea que marque el inicio del cambio. "Todo empezará en París", se muestra convencido.

Porque lo que tiene más claro es que tiene que haber un cambio de modelo. "Ha fracasado el capitalismo, el comunismo y el socialismo, los Estados no pueden seguir gastando al mismo ritmo de los últimos 20 años".

Una situación aterradora especialmente para los jóvenes: "La situación no es solo grave para Grecia o España. También lo es para Francia, Alemania o Reino Unido".

Grecia tendrá que salirse de la eurozona si quiere solucionar sus problemas "y puede que España también", asegura Beevor, para quien el euro no puede durar "para siempre".

"No puedo ver cómo el euro puede sobrevivir en su estado actual", afirma un pesimista Beevor.

Una situación que hace que se vuelva la mirada hacia atrás y se busquen soluciones en otros periodos de la historia.

Es simplista, asegura, comparar la crisis actual con las guerras pasadas, la actitud de Angela Merkel con la de Hitler, o cuando George W. Bush buscó paralelismos entre los atentados del 11-S con el ataque los japoneses a Pearl Harbor.

"Son comparaciones muy peligrosas", afirma Beevor, para quien la "Historia no se repite" pese a que existan semejanzas. Pero, afirma con rotundidad, si algo se ha aprendido del último siglo es que "el aumento de los nacionalismos no lleva a una guerra mundial".

Para este historiador y exmilitar el peligro actual está en Oriente Medio -pero no por los conflictos sino por la elevada tasa de desempleo juvenil-, en la excesiva concentración de poder de Bruselas, en los efectos de la crisis del euro y, sobre todo, en el comportamiento internacional de China, que está sufriendo graves disensiones internas de las que no sabemos nada.

Aunque sin duda considera que la primera señal de que una sociedad avanza hacia la desintegración es la "deshumanización, la intolerancia con los inmigrantes".

La paradoja es que "Europa no puede aceptar a todo el mundo", afirma Beevor, que se pregunta: "¿Quién va a venir al rescate, China?".

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