Argentina apura la cuenta atrás para hacer frente a sus deudas y evitar el impago

    • El Gobierno de Cristina Fernández Kirchner ha acusado al juez Thomas Griesa de "bloquear" el pago de la deuda reestructurada del país.
    • El ejecutivo argentino se enfrenta antes de este lunes a una contrarreloj de vértigo: en menos de 24 horas deberá pagar a la gran mayoría de sus acreedores
El Gobierno argentino apela el fallo que declaró inconstitucional el acuerdo con Irán
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A Argentina se le agota el tiempo. El ejecutivo argentino se enfrenta antes de este lunes a una contrarreloj de vértigo: en menos de 24 horas deberá pagar a la gran mayoría de sus acreedores. Si no, tendrá 30 días antes de entrar en oficialmente un 'default' técnico, es decir, no podrá hacer frente a sus pagos.

Será durante esos 30 días en los que se enfrentará a otra contrarreloj: deberá decidir cómo pagar sus deudas a acreedores y, a la vez, negociar con los llamados "fondos buitre" para abonarles lo que les debe. El país ya había iniciado conversaciones con estos fondos, sin llegar a ningún acuerdo.

La razón por la que podría no pagar sus deudas antes del lunes es una: el juez Thomas Griesa. El juez estadounidense cree que Argentina debe pagar antes a los "fondos buitre" que reclaman deudas al país desde hace 13 años.

Este pasado jueves, el juez rechazó la solicitud argentina de suspender esta medida para poder cumplir con el resto de sus acreedores. Una decisión que el gobierno argentino ya ha calificado de "abuso de autoridad" y que, amenazó, puede suponer un peligro para el sistema financiero global.

Antes del lunes debería pagar alrededor de 1.500 millones de dólares en capital e intereses a NML y otros fondos que actúan de forma similar. Algo que podría abrir la puerta a que los tenedores de la deuda reestructurada con los mismos vencimientos reclamen las mismas condiciones, lo que supondría 15.000 millones de dólares.

Esa cifra supone más de la mitad de las actuales reservas de su país que, dijo, ascienden a 29.000 millones.

El gobierno trabaja ahora a contrarreloj para encontrar una solución al problema. Ya expresó su intención de pagar a sus acreedores, y esta semana efectuó los depósitos bancarios con esa intención. Pero, una vez más, el juez Thomas Griesa le llevó la contraria y pidió la anulación de esta transferencia.

El magistrado considera, y así se lo hizo saber a Argentina, que el país debe pagar a todos sus acreedores, no sólo a algunos, con lo que estrecha el margen de actuación del ejecutivo de Kirchner.Una semana 'horribilis' para el gobierno argentino

Esta cuenta atrás lleva en una semana intensa para la imagen de la presidenta argentina. Su vicepresidente, Amado Boudou, se ha visto implicado en un caso de presunta corrupción. Se le acusa de cohecho y negociaciones incompatibles con su cargo, delitos penados con hasta 6 años de prisión.

Este duro golpe ha sido aprovechado desde la oposición, que afirma que si Boudou no renuncia debe ser Kirchner quien debe pedirle urgentemente su dimisión. Algo a lo que no ha respondido la Casa Rosada, que defiende la inocencia del mandatario.

Dos situaciones que situan en la encrucijada a la presidenta del país: pese a que la mayoría de argentinos considera "desmesurada" las exigencias de los fondos buitre, estos creen que se debe pagar. Y la corrupción de su vicepresidente añade ya a una presidencia agotada, después de 7 años de poder. Una tormenta perfecta que amenaza el futuro electoral del oficialismo.

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