Así viven y trabajan los etarras en Venezuela amparados por Nicolás Maduro

    • Son funcionarios, empresarios o trabajan en la construcción y la industria pequera. Residen en Caracas o Sucre. Muchos están nacionalizados y pocos desaparecidos.
    • Cubillas ha vuelto a su puesto en la Corporación Venezolana de Alimentos, que abandonó cuatro meses. Arruti, quien recibió a De Juana Chaos trabaja para la empresa estatal Gas Comunal.
El juez Velasco pregunta a Interpol si puede confirmar que De Juana está en Venezuela
El juez Velasco pregunta a Interpol si puede confirmar que De Juana está en Venezuela

En el año 1989 llegaron a Caracas los primeros 11 etarras deportados desde España en virtud de los acuerdos firmados entre Felipe González, presidente de España, y Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela. Los terroristas se alojaron en el Hotel Miras de la capital, que fue tiroteado por unos desconocidos descontentos con la llegada de los terroristas. Un cuarto de siglo después, ya son cerca de medio centenar los etarras que viven Venezuela. Muchos han logrado la nacionalidad venezolana, mientras otros están desaparecidos y han borrado las huellas de su paso por el país. Una veintena tiene causas pendientes.

Algunos viven en la capital. Son los funcionarios, los que trabajan en ministerios públicos, principalmente en el de Agricultura y Tierras. Es el caso de María Asunción Arana Altuna, viuda de José Miguel Beñarán Ordeñana Argala; y de Arturo Cubillas Fontán. Otros han montado su propias empresas, muchas relacionadas con la hostelería, o trabajan para empresas constructoras y pesqueras.

El grupo más numeroso de estos etarras nacionalizados en Venezuela reside en la ciudad de Sucre, al noreste del país, o en Caracas. Sus Estados de destino son, principalmente, Falcón y Anzoátegui.

El último en ser ubicado en el país ha sido José Ignacio de Juana Chaos, que regenta un licorería en el Chichiriviche, una localidad del Estado de Falcón. Según fuentes policiales, ninguno de los etarras ubicados en Venezuela tiene un perfil que pueda hacer sombra al duro De Juana Chaos, un líder nato, experto en fugas y capaz de desaparecer si fuese necesario, y que fue responsable de unos de los comandos más sanguinarios de ETA, el Comando Madrid.

Arturo Cubillas

El etarra. acusado de tres asesinatos en España en la década de los ochenta, ha sido reclamado por la Audiencia Nacional por ser el vínculo entre ETA y las FARC. Cubillas ha logrado una importante promoción dentro del Gobierno boliviariano y se ha convertido en un alto cargo en el Ministerio de Tierras. Durante los años 2013 y 2014, conincidiendo con el establecimiento de De Juana Chaos en el país, cogío cuatro meses de vacaciones, sin retribución. A mediados de 2014 volvió a su puesto en la Corporación Venezolana de Alimentos, una sociedad dependiente del Ministerio de Agricultura y Tierras, que gestiona la mayoría de las compañías y bienes expropiados por el régimen socialista.

Esta mercantil agrupa a una treintena de sociedades nacionalizadas, entre ellas la española Agroisleña, que ahora se denomina Agropatria. La empresa Agroisleña se fundó en 1955 y pertenecía al empresario canario Enrique Fraga.

Según los documentos oficiales a los que ha tenido acceso La Información, Cubillas empezó a trabajar en la Corporación Venezolana de Alimentos el 1 de febrero de 2012, con una retribución muy superior incluso a la de su padrino el ex vicepresidente Elías Jaua. Sólo dos días antes de que el etarra ocupase su nuevo puesto, el Jaua asumió todas las responsabilidades del Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras.

Cubillas, cuyo cargo actual oculta la Gaceta Oficial de Venezuela –el equivalente al BOE en ese país— ha recibió en 2014, por 39 semanas de trabajo, 64.422 bolivares fuertes

Como responsable de seguridad del Instituto Nacional de Tierras (INTI), su anterior cargo, Cubillas se encargó personalmente de llevar a cabo expropiaciones que afectaron a terratenientes y empresas españolas. Así lo confirma diversa documentación en la que aparece la firma de Cubillas como mediador en conflictos agrícolas y en ocupaciones.

En julio de 2009, el cabecilla de los etarras presentes en Venezuela, según varios testigos, participó en nombre del Gobierno de Chávez y como máximo responsable de seguridad del INTI a nivel nacional en la reunión que puso fin a los tres días de manifestaciones de miles de trabajadores de las empresas Torondoy, Central Venezuela y Ganadera Santa María, opuestos a las más de 100 ocupaciones ilegales en fincas agrícolas.

El etarra empezó a trabajar oficialmente para el INTI en julio de 2008, fecha de su primera cotización, aunque a mediados de 2005 aparece en la Gaceta Oficial de Venezuela su nombramiento como director de la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Tierras.

Hasta la fecha, lleva cotizados 355.409 bolívares fuertes, que corresponden a 318 semanas de trabajo. Su jubilación, gracias a su contrato indefinido, será en diciembre de 2024.

La carrera profesional de José Arturo Cubillas ha sufrido una trasformación meteórica estas dos últimas décadas gracias a Chávez. Desde que se asentó en Venezuela en el año 1989, ha desempeñado tareas tales como regentar su propio restaurante, el denominado Okers, cuyo nombre tomó del comando al que perteneció, pasando por la pescadería Deusto Mar hasta trabajar como contable en una constructora.

Aunque el punto de inflexión se produjo de la mano de su mujer, Goizeder Odriozola, tras el asentamiento del régimen populista de Chávez. Su esposa mantiene una intensa relación profesional y de amistad con el actual vicepresidente del Ejecutivo bolivariano Elías Jaua. A partir de 2005, Cubillas asumió los poderes como coordinador y responsable de seguridad del INTI, órgano responsable de las decenas de miles de expropiaciones sufridas por los españoles afincados en el país caribeño. En la actualidad Odriozola es la jefa de Comunicación de Jaua.

La nueva empresa de Cubillas engloba más de la mitad del sector agroalimentario venezolano, con el estigma de acaparar mercado gracias a las múltiples requisaciones ejecutadas por el INTI.

José Ignacio de Juana Chaos

El miembro de ETA José Ignacio de Juana Chaos reside desde finales de 2014 en el Estado venezolano de Falcón, en la ciudad caribeña de Chichiriviche, donde regenta una licorería, según publicaba este lunes El Mundo, que le ha fotografiado en la puerta de su negocio.

Ya en mayo de 2013 se publicaron unas fotos del etarra en Venezuela, a raíz de las cuales el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco cursó oficio a Interpol para confirmar si residía en este país.

De Juana Chaos fue condenado por el atentado contra 12 guardias civiles en la Plaza de la República Dominicana de Madrid, uno de los más sanguinarios. Salió de prisión en 2008, tras abandonar una larga huelga de hambre y, al quedar libre huyó a Irlanda, pero desde marzo de 2010 se encuentra en paradero desconocido.

El terrorista está reclamado por participar en agosto de 2008 en el acto homenaje en San Sebastián en el que se leyó una carta que supuestamente había escrito en la que se invocaba el lema Aurrera bolie (adelanta la pelota), que utilizaba el fallecido dirigente etarra Domingo Iturbe, Txomin, para justificar la lucha armada.

De Juana Chaos acumula en sus espaldas 25 asesinatos realizados durante su época en la banda entre 1985 y 1986. Ha sido condenado por esos crímenes a 3.000 años de prisión, de los cuales solo ha cumplido 19.

Xabier Arruti Imaz

Ha sido delegado chavista en Chichiriviche, ex director general de la alcaldía del municipio de Monseñor Iturriza en el Estado de Falcón y uno de los primeros etarras que recaló en Venezuela. Además, es propietario del restaurante playero Txalupay está vinculado Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Al parecer Arruti, responsable del llamado Comité de Refugiados de Caracas, fue el encargado de recibir a De Juana Chaos en Chichiriviche. En la actualidad trabaja en la empresa pública Gas Comunal y por su labor recibió 129.699 bolivares fuertes en 2014, un sueldo elevado en Venezuela.

En el vídeo difundido por el colectivo Pakito Arriaran, un etarra que murió en los ochenta combatiendo junto a la guerrilla salvadoreña, muestra a Asun Arana, viuda del excabecilla de ETA Argala, vecina y amiga de Cubillas en Caracas, Xabier Arruti, quien podría tener también un papel protagonista en la cúpula de ETA en Venezuela, y Koldo Zurimendi.

María Asunción Arana Altuna

Es amiga íntima y vecina de Arturo Cubillas y de la mujer de éste, la periodista Goizeder Odriozola. Viuda de Argala, estuvo desterrada en Argelia en los años 80. Fue deportada por el Gobierno argelino a Venezuela el 28 de abril de 1989. Se encarga de dirigir y buscar alojamiento a los etarras refugiados en el país caribeño, según diversas policiales.

Forma parte de las agrupaciones de refugiados y deportados de ETA en Venezuela y mantiene relaciones con el colectivo etarra de relacione internacionales Askapena. Trabaja como
 vicedirectora del Instituto Nacional de Tierras y tiene concedida la nacionalidad venezolana.

Arana reside en el distrito centro de Caracas, muy cerca de la casa de Arturo Cubillas y Odraizola, y comparte abogado con el terrorista. El 9 de agosto de 2004 el presidente Hugo Chávez le otorgó la nacionalidad venezolana a ella y a Arturo Cubillas.

Eugenio Barrutiabengoa Zabarte

Está acusado de diez asesinatos en España y se trasladó con su mujer a Venezuela. Ha trabajado en el INTI, un organismo dependiente del Ministerio de Agricultura y Tierras, según el testimonio del ex ministro de Información venezolano y ex embajador del ese país en la ONU, Diego Arria.

Barrutiabengoa estuvo empleado en una empresa de la localidad de Guatire, una ciudad de 200.000 habitantes en la costa venezolana. Ha trabajado también para Inversiones Mastegres CA -filial de una empresa radicada en Derio (Vizcaya)- como jefe de almacén.

El Tribunal Supremo ordenó a la Audiencia Nacional que reactivase los procesos de extradición iniciados en su momento contra este etarra y Jesús Ricardo Urteaga, ambos refugiados en Venezuela, al considerar que esas reclamaciones, a diferencia de los que sostiene la Audiencia, sí interrumpieron la prescripción de los delitos de los que se les acusa.

Jesús Ricardo Urteaga Repulles

Está acusado de cuatro crímenes. Ha trabajado para el Gobierno bolivariano, según Diego Arria. En este departamento también estuvo José Lorenzo Ayestarán, que cometió tres asesinatos y pudo ser detenido en 2010 tras viajar a Francia para reincorporarse a ETA. Sus primeros pasos en Venezuela le situaron en Maracay, al sur de Caracas.

Luis María Olalde Quintela

También ha ejercido responsabilidades en el INTI, según las declaraciones de Diego Arria. Luis María Olalde tiene un pasado sangriento y se le responsabiliza de cuatro asesinatos antes de exiliarse a Venezuela.

Martín San Sebastián Aguirre

Las mismas fuentes señalan que Martín San Sebastián también ha trabajado para el Instituto dependiente del Ministerio de Tierras. Es responsable de al menos dos asesinatos.

Pedro Viles Escobar y José Luis Esquisabel Urdangarin

Ambos se dedican desde el 2008 a la construcción y su empresa ha sido adjudicataria de importantes obras públicas, según informó RTVE. Viles, no tiene reclamaciones desde España y no se esconde, aunque se sospecha que no está del todo desvinculado de ETA. En la actualidad y desde 2010, Viles trabaja en una empresa denominada Sotera.

Juan Manuel Bereziartua Etxaniz

Es uno de los primeros nacionalizados. Está acusado de participar en cinco asesinatos, pero pasa sus días tranquilamente en su casa del monte Ávila en Caracas y ha regentado el restaurante 'Pakea' ('Paz' en euskera). RTVE informaba que él mismo se encarga de cocinar un menú vasco de 60 euros que degustan venezolanos de clase media y alta.

Ignacio Echeverría Landazábal

Se estableció en la localidad de San Diego, al oeste de Caracas, y ha trabajado en la factoría Aceros Laminados del municipio de Tinaquillo. Echeverría se retirará en 2017.

José Lorenzo Ayestarán Legorburu

Estuvo viviendo en Venezuela, pero el 28 de febrero de 2010 fue detenido en Francia. Ayestarán cometió tres crímenes y ha trabajado también en el Instituto Nacional de Tierras. Anteriormente ha vivido en Cumaná.

Miguel Ángel Aldana Barrena y Juan Carlos Arriarán Ibarra

Aldana Barrena se le atribuye la participación en una treintena de atentados con 18 asesinatos. Su exilio en Venezuela le ha permitido trabajar junto al etarra Juan Carlos Arriarán Ibarra en una empresa denominada Talleres Transa, en Cumaná. Desde el 4 de agosto de 1995 y hasta abril de 2009 el terrorista Aldana trabajó en un taller de reparación de atuneros.

Miguel Ángel Aldana empezó a cotizar el 6 de marzo de 1990 y se jubiló el 24 de abril de 2009. Actualmente percibe prestaciones sociales del Gobierno venezolano. Mientras, Arriarán dejó su último empleo, en la empresa pesquera Ann Mary a mediados de 2010 y el 18 de septiembre de 2014 se jubiló.

Ignacio José Echániz Oñatibia

Echániz, nacional de Venezuela, trabajó en la compañía Ann Mary, la misma empresa de Arrarán y se retiró definitivamente el 9 de septiembre del año pasado, casi en la misma fecha que su compañero.

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