Axel Kicillof,

  • Axel Kicillof es uno de los rostros más visibles de la polémica expropiación de YPF. Desde el oficialismo le atribuyen su autoría y defienden su papel de "guardián de los intereses nacionales de Argentina". Atractivo y prepotente, el viceministro de Economía se ha convertido en un símbolo del poder real de la "nueva Juventud" que "tiene hipnotizada" a la presidenta.

No dudó en reforzar su personaje con un golpe de mesa: "Su estudiada imagen informal de camisa abierta hace guiños a la época en la que Evita, y su querida juventud peronista, cautivaban a audiencias humildes pero cuantiosas de quienes vestían de la misma guisa y ella llamaba cariñosamente sus “descamisados”.

En su haber más actual y mediático la expropiación de YPF y una anécdota. Corría una noche de juerga masculina allá por diciembre del año pasado en la que el alcohol hizo olvidar formalismos. Axel Kicillof, un joven y brillante pero aún inexperto economista, soltó en una frase el resumen de su inminente y meteórico ascenso hasta la Casa Rosada: “A Cristina la tengo hipnotizada”.

Pocas horas después de haber asumido su cargo como viceministro de Economía, Kicillof escribió en una columna de la revista Barcelona su “top five de sensaciones”: “Orgullo, honor, responsabilidad, compromiso y placer de protagonizar la gesta de reconstruir un país más justo, solidario, nacional y popular”.

Sumados a su atractiva juventud, su fuerza, y su seguridad, desde el principio puso sobre la mesa de “K” dos caramelos que hicieron agua la boca de la presidenta: su deseo de recuperar la iniciativa estatal y el objetivo de engordar la demanda interna. Kirchner, según relatan los medios argentinos, no pudo resistirse.

Desde entonces, acude a la Casa Rosada de tres a cuatro veces por semana y se ha convertido en el primer guardián de los anhelos macroeconómicos de la presidenta desde la muerte de su marido Néstor Kirchner.

Fue su hijo mayor, Máximo Kirchner quien invitó a su amigo Kicillof a meterse de lleno en el mundo del que tanto hablaba. Y en su acción, pintó de rojo los números de Aerolíneas Argentinas de la que fue gerente financiero en 2009.

Leal a golpe de militancia, 40 años y padre de dos hijos, este keynesiano representa el rostro más activo de la adicción de Cristina por “La Cámpora”, y de ésta por el poder. Un grupo de jóvenes Kirchner- peronistas, a los que ella llama “La Juventud” y que, según el oficialismo, han incorporado a la administración K un torrente sanguíneo de nuevas ideas. Y aunque no se sabe con certeza, YPF parece ser tan solo el principio de un plan que pretende ejecutar de forma imparable todas ellas.

Detractores y admiradores destacan a partes iguales su ambición. Algunos lo llaman soberbia. Era 1994 y un adolescente Kicillof peleaba por sacar el segundo semestre en la facultad de ciencias económicas de la universidad de Buenos Aires, según narra Axel era uno de los líderes de la agrupación estudiantil TNT, en memoria del Coyote que no se rinde al Correcaminos.

Los estudiantes pedían aplazar la fecha en su opinión injusta de un examen, como narra el diario Clarín. El joven Axel quiso ir más allá y directamente pidió la dimisión del docente.

Saltó a la política durante los 90, y en su estreno debutó como asesor del actual gobernador de Chaco Jorge Milton Capitanich, según La Nación. Y ahora se ha convertido en el combustible ideológico de la administración K.

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