Berlusconi comienza su trabajo con ancianos que ni siquiera saben quién es

Silvio Berlusconi ya ha cumplido su primer día realizando trabajos sociales. El ex primer ministro italiano comenzó este viernes su trabajo con ancianos aquejados de Alzhéimer, que sustituye una pena de cárcel por fraude fiscal. Berlusconi fue sentenciado a cuatro años de prisión en el marco del conocido como 'caso Mediaset', en el que se investigó el supuesto fraude en la compra de derechos de películas.

Un tribunal acordó en el mes de abril que podría evitar ir a prisión si prestaba servicios sociales en una residencia de ancianos. Tendrá que dedicar cuatro horas a la semana y, tras los primeros seis meses, verá reducida automáticamente la pena a diez meses y medio.

El ex primer ministro italiano llegó a la residencia de la Sagrada Familia, a las afueras de Milán, un cuarto de hora antes de lo previsto, las 9 y media. Lo hizo en un coche con ventanas tintadas y ante las atentas miradas de periodistas de todo el mundo. No hizo declaraciones. Ante su llegada, el único incidente registrado fue el grito de Pippo Fiorito, un sindicalista, "los italianos tenemos un sueño en el corazón, Berlusconi en San Vittore". San Vittore es la cárcel de la ciudad de Milán.

A su salida, cuatro horas y cuarto más tarde, Berlusconi se ha limitado a decir que "había sido un buen día". El centro no ha realizado declaraciones, ya que se acoge a una política de privacidad, de "mantener un perfil bajo". Los trabajadores, enfermeras, pacientes y familiares no podrán sacar fotos ni hacer vídeos durante el periodo en el que 'Il Cavaliere' esté en la residencia.

Berlusconi ha aceptado la "condena" con una actitud de aceptación "creo que seré santo mucho antes, porque todo esto que me ha pasado mostrará a todo el mundo como he sido paciente para soportar cosas injustas dentro de una batalla política", en una entrevista en la radio italiana Capital. E incluso, se ha propuesto sacar lo máximo de la experiencia "he estado haciendo un repaso de las últimas curas inventadas para el Alzheimer, y así poder dar algo más a los enfermos".

Preguntado por su estado de ánimo, añadía "es muy, muy difícil no estar mal cuando te limitan la libertad. No es bonito recibir a las 11 de la noche la visita de policías que vienen a comprobar si estás en tu casa", contaba en la radio italiana.

El centro se encuentra a unos cuarenta kilómetros de Arcore, donde vive el ex primer ministro italiano, y trata sobre todo con ancianos y personas discapacitadas, tanto residentes como en sus domicilios."Las señoras aquí son demasiado mayores para Berlusconi"

El diario alemán Die Welt recogía las declaraciones de dos maridos de enfermas del centro residencial, Orazio y Franco, "todo esto no es ninguna condena para Berlusconi, no es más que un gran acto de promoción", contaban al medio germano. Sobre su trabajo, que no se ha querido desvelar, también tenían hipótesis, "¿Quizá cante canciones? En algunos cruceros ha cantado canciones". Y, entre risas, ambos señalaban no tener ningún "miedo" ante el conocido seductor "las mujeres aquí son demasiado viejas para él", contaban los hombres.

El centro acoge a cerca de 4.000 pacientes, y Berlusconi trabajará con enfermos de Alzhéimer, que, según señalaba una trabajadora del centro "ni siquiera sabrán quien es Berlusconi", en declaraciones recogidas por Die Welt.La institución tiene 20 departamentos, un campo de fútbol, una iglesia, un teatro e incluso un cementerio.

El anuncio de la llegada de Berlusconi pilló por sorpresa a los trabajadores del centro el pasado mes de abril. Paolo Pigni, director general, anunciaba a los medios: "No habíamos hecho ninguna petición. No nos lo esperábamos, la noticia la vimos en el periódico".