Cameron dice que Corbyn es "una amenaza para la seguridad nacional"

    • Cameron asegura que es el nuevo lider laborista es una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad económica y la seguridad de las familias.
    • La prensa conservadora del Reino Unido también ataca al nuevo líder del Partido Laborista y alerta de que la formación se sumirá en una guerra civil.
Jeremy Corbyn reacts as he is announced as the new
Jeremy Corbyn reacts as he is announced as the new

Ni 24 horas ha tardado el primer ministro David Cameron en disparar contra el nuevo líder del partido laborista, Jeremy Corbyn. A las diez de la mañana, hora británica, ha escrito a través de twitter que el laboritas "es una amenaza para la seguridad nacional".

Cameron ha señalado que su elección supone una triple amenaza ya que además de ser una amenaza para la seguridad nacional también lo es para "la seguridad económica y la seguridad de las familias".The Labour Party is now a threat to our national security, our economic security and your family's security.— David Cameron (@David_Cameron) septiembre 13, 2015

La prensa conservadora del Reino Unido también ataca también a Jeremy Corbyn tras su elección como nuevo líder del Partido Laboristay alerta de que la formación se sumirá en una guerra civil.

"El Partido Laborista no está muerto, pero el blairismo sí. Jeremy ha terminado de matarlo", escribía este domingo el diario conservador Sunday Telegraph.

El rotativo no dudó en titular con "La muerte del New Labour", refiriéndose al experimento encabezado por el ex primer ministro Tony Blair en los años 1990, consistente en abrazar sin complejos la economía de mercado.

Una estrategia a la que se opone precisamente Jeremy Corbyn, elegido holgadamente el sábado como líder del partido con el 59,5% de los votos, dos puntos y medio más de los que recibió Blair en 1994.

Según el editorialista del Guardian Rafael Behr, esta victoria es "un terremoto político" que ha "enterrado el blairismo".

"Se ha abierto una brecha cultural y estructural entre un laborismo del establishment, el del Parlamento, y un laborismo indignado, nacido del maridaje complejo e híbrido" entre "viejos guerreros de la izquierda" y "nuevos militantes idealistas", añade.

Los partidarios de Corbyn estallaron de júbilo cuando se anunció su victoria, pero no así otros militantes que acudieron al acto en el Queen Elizabeth II Conference Centre, en Londres, donde se celebró el sábado el congreso extraordinario del partido.

"Un partido dividido es un partido que no gana", advirtió una ex ministra de Tony Blair, Margaret Beckett, mostrándose crítica con el estilo rebelde de Corbyn, un veterano de la izquierda británica.

"Para traer el cambio, hay que estar en el poder. Hablar, protestar o manifestarse no hace avanzar las cosas mucho", añadió.

A modo de aviso sobre las dificultades que se avecinan, varias personalidades del partido han anunciado ya que no trabajarán con el nuevo líder.

Ante el riesgo de fractura, Corbyn hizo un llamamiento a la responsabilidad, y destacó que su elección le da un "mandato extraordinario" para enderezar al Partido Laborista, tras la sonada derrota en las legislativas del pasado mayo, donde los conservadores de David Cameron se alzaron contra todo pronóstico con la mayoría absoluta.

"Los militantes y los simpatizantes quieren y esperan que los miembros del partido cooperen con el nuevo líder", dijo Corbyn a The Observer.

Los próximos días serán ricos en acontecimientos, que permitirán juzgar la salud del principal partido opositor británico. Corbyn deberá cerrar la composición del gabinete en la sombra, y detallar la posición del partido ante el proyecto del gobierno de endurecer la normativa sobre el derecho a la huelga.

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