Chapuzas históricas en el puente Carlos de Praga

  • Las obras de apuntalamiento del puente símbolo de la ciudad han generado un aluvión de protestas, por una parte porque está cambiando el aspecto del monumento y por otras por la falta de confianza en que las obras se estén llevando a cabo de una manera adecuada.
El puente Carlos de Praga | Getty Images
El puente Carlos de Praga | Getty Images
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Bruce Konviser | GlobalPost

(Praga, República Checa) En 2002 unas lluvias torrenciales convirtieron el río Moldava, que atraviesa el centro de Praga, en un caudal embravecido que casi destruye el puente de piedra oscura que se ha convertido en el monumento más reconocible de la República Checa.

Pero las obras para apuntalar esta estructura de 650 años de antigüedad han generado un aluvión de protestas por parte de algunos conservacionistas, que consideran que las acciones que se están adoptando harán que el puente sea más susceptible a sufrir daños o a derrumbarse.

Petr Sefl, miembro de la Asociación para la Protección y Desarrollo de la Herencia Cultura de la República Checa, es una de esas voces críticas. "El puente Carlos es el monumento del patrimonio histórico más importante del país, y debe de ser cuidado para las futuras generaciones con el máximo respeto y autenticidad", señala. "Hay dos problemas: uno es estético y otro es técnico".

La arenisca con la que está construido el puente hace que la erosión sea una amenaza constante. Pero muchos checos, incluidos funcionarios del Ministerio de Cultura, dicen que muchos de los bloques de piedra originales han sido sustituidos, y un fallo en su adherencia a las juntas originales está alterando la apariencia de este monumento Patrimonio de la Humanidad, lo que está debilitando potencialmente su estructura.

Jan Knezinek, director del departamento municipal encargado del mantenimiento de los numerosos tesoros monumentales de Praga, sostiene que una mala restauración del puente llevada a cabo durante la década de 1970 por los gobernantes comunistas es la raíz del problema actual.

La segunda parte de la restauración, que se está ejecutando actualmente, "ha generado polémica porque el público puede ver cambios notables", afirma. "La tercera fase consistirá en evaluar los más de 50.000 bloques de piedra que forman el puente, lo que llevará entre 15 y 20 años".

Eso apenas significará nada en la vida de esta estructura gótica de 516 metros. La construcción del puente Carlos comenzó en 1357 y terminó 40 años más tarde, a principios del siglo XV. El trabajo empezó bajo los auspicios del rey Carlos IV de Luxemburgo, quien no llegó a verlo terminado antes de morir, en 1378.

Durante siglos se le conoció simplemente como Puente de Piedra. Sus arcos amplios fueron considerados un milagro de la ingeniería de la época. Utilizando unos 50.000 bloques de arenilla de Bohemia, el puente sirvió para unir la Ciudad Vieja de Praga (Starometska) con la zona de Malostrana. Las tres decenas de estaturas barrocas que adornan su balaustrada no se incorporaron hasta el siglo XVII.

Durante sus seis siglos de historia el puente ha sido testigo de al menos una batalla épica, ejecuciones públicas y una serie de devastadoras inundaciones. En tiempos más recientes también ha sido incorporado a la cultura pop, siendo incluido en películas, novelas e incluso vídeos musicales.

Hoy en día el puente está siempre repleto de pintores, fotógrafos, músicos y turistas.Sefl y otros expertos consideran que las obras de restauración deberían de mantener la integridad histórica del monumento. Caminando por el puente, señala hendiduras en la mampostería recién colocada y pegotes de cemento en donde debería de haber piedra. Son ejemplos de lo que considera unas reparaciones chapuceras para ahorrar dinero.

Una comisión regional acordó multar a la ciudad de Praga, que es responsable del mantenimiento del puente y de la contratación de las obras de recuperación, con el equivalente a unos 200.000 dólares.

"El puente necesita ser elástico porque hay tensión", explica Sefl. "Invierno, agua, frío y hielo... en unos cuantos años el puente Carlos podría ser destruido por una catástrofe", advierte.

De hecho, parece que la única cosa en la que los críticos no se ponen de acuerdo es sobre quién deben recaer las culpas.

La ciudad y el instituto de patrimonio histórico estatal se han acusado mutuamente de no supervisar correctamente las reparaciones, al tiempo que el contratista también está siendo criticado por no hacer los trabajos correctamente.

Pavel Kamenik, portavoz de SMP, la empresa contratista, asegura que a ellos no se les puede acusar de las deficiencias de la renovación, presupuestada en 10 millones de dólares.  "Las instrucciones fueron confirmadas por la oficina de conservación del patrimonio histórico", explica en un correo electrónico. "Ingenieros civiles, arquitectos, conservadores de monumentos y otros expertos cooperaron en el proyecto desde el inicio".

Kamenik (un apellido que irónicamente significa picapedrero) sostiene que SMP siguió las instrucciones que le dieron "el equipo de expertos", que incluía a representantes de la facultad de Ciencias, conservadores y representantes de la ciudad de Praga.

 "Descubrimos que está muy bien aislado y que no se están produciendo filtraciones de agua en la piedra", afirma Knezinek, jefe del departamento de conservación del ayuntamiento. "Así que estamos muy satisfechos con la primera parte del trabajo que se ha hecho, y eso es todo lo que tengo que decir sobre el tema".

Después de una breve pausa, añade: "No estamos muy satisfechos con el trabajo de masonería y la sustitución de los bloques de piedra".

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