Chávez levanta "ciudades socialistas"

  • Se trata del proyecto del jefe de Gobierno venezolano para acabar con la falta de vivienda en Venezuela, su versión de no sólo una vivienda de protección oficial, sino de barrios o localidades enteras de esa naturaleza. Pero las voces críticas dicen que ésta no es la solución y temen que sea un paso previo para acabar con la propiedad privada.
Calle en el centro de Petare (Área Metropolitana de Caracas) donde el Gobierno de Chávez lleva a cabo uno de sus proyectos de "ciudad socialista"
Calle en el centro de Petare (Área Metropolitana de Caracas) donde el Gobierno de Chávez lleva a cabo uno de sus proyectos de "ciudad socialista"
Kinori
Charlie Devereux | GlobalPost

(Caracas, Venezuela).Hasta el año pasado Sudeibi Salazar vivía junto a su marido y su hijo en una chabola infestada de ratas. Hoy su hogar es un piso de tres habitaciones en un reluciente edificio blanco a unos cuantos kilómetros de aquél lugar. "Cuando llovía todo se mojaba, y las ratas entraban en la casa", dice al describir su antigua casa. "Esto es un cambio total".

Ahora, Salazar, que pagará alrededor de 6.600 euros por su piso en pagos mensuales a lo largo de los próximos 36 años, puede dejar a si hijo en la guardería municipal mientras va a estudiar a un centro cercano. También puede comprar en el mercado subsidiado del barrio, navegar gratis por internet en uno de los ocho ordenadores del cibercafé social e incluso comprarle un uniforme barato a su hijo en una fábrica textil dirigida por mujeres de la comunidad.

En los suburbios orientales de Caracas, Ciudad Mariche es una de las llamadas "ciudades socialistas", un proyecto bandera diseñado para resolver no sólo la escasez crónica de vivienda en Venezuela, sino también para ofrecer soluciones a largo plazo contra la pobreza y el crimen.Pero al igual que muchas de las políticas del presidente Hugo Chávez, estos nuevos bloques de viviendas también han generado polémica.

Sus detractores dicen que son soluciones menores para resolver el déficit de viviendas del país, y que también pueden significar una forma subrepticia de invadir el derecho a la propiedad privada.

"Una ciudad socialista es un espacio con proyectos socioproductivos que permiten a la población desarrollarse de una manera autosostenible y al mismo tener una buena vivienda", afirma Luis Chalo, un profesor de Derecho que se postula para ser delegado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Chávez en las próximas elecciones legislativas.

El Gobierno está ejecutando 55 de estos proyectos a lo largo de todo el país en un intento de impulsar la productividad nacional en medio de una situación económica renqueante. También espera poner fin a una tendencia urbanizadora de décadas en Venezuela, convenciendo a la gente para que abandone los suburbios urbanos y regrese al campo.

En Ciudad Mariche hay un plan para construir una fábrica de plástico que empleará a habitantes de la comunidad. "La idea es tener todo aquí, por lo que no habrá que depender del mundo exterior", dice Salazar mientras mira hacia la zona donde está previsto que los vecinos cultiven vegetales, suficientes como para alimentarse ellos y quizás vender algo a los pueblos cercanos.

Pero no son muchas las familias que han tenido tanta suerte como la de Salazar. De hecho, la autosuficiencia es algo a lo que muchos pobres venezolanos se han ido acostumbrando a lo largo de los años, especialmente cuando se trata de encontrar vivienda.

Venezuela, con 28 millones de habitantes, tiene en la actualidad un déficit de 2,5 millones de casas. El año pasado el Gobierno construyó 83.000 nuevas viviendas, lo que significa que a este ritmo se tardaría 30 años en satisfacer la demanda actual.

Proyectos como Ciudad Mariche pueden parecer faros relucientes, pero todavía suponen un planteamiento antiguo para resolver el problema de la vivienda, afirma Ignacio Marcano, de la Universidad Central de Venezuela.Según Marcano, la escasez de viviendas en el país es tan aguda que es inútil tratar de resolverlo construyendo nuevas casas.

En su lugar, propone dotar de algún orden al caos de barrios que crecen espontáneamente allá donde la gente encuentra un terreno donde puede construir."Los venezolanos son constructores natos", afirma, e indica que la gente corriente ha construido más casas que el Estado o el sector privado. "Ahorraríamos tiempo si estudiásemos cómo construye la gente sus casas en los barrios. Allí hay trabajo, hay materiales. Lo que falta es una mente que planifique el urbanismo y que organice la ciudad".

El año pasado el Gobierno empezó a aplicar algunas de las teorías de Marcano, poniendo en marcha un plan para renovar los barrios de Caracas. El plan "Barrio Nuevo-Barrio Tricolor" tiene como objetivo dotar de equipamiento y material a las comunidades locales para que puedan regenerar sus barrios, explica Diosdado Cabello, ministro de Obras Públicas y Vivienda. "Vamos a convertir Caracas en una ciudad multicolor, a recuperar espacios mediante el trabajo integrado del estado y la comunidad", explicó en la televisión estatal.

Quienes critican estas políticas de vivienda están preocupados porque el Gobierno ha declarado que las nuevas edificaciones como las de Ciudad Mariche son "propiedad comunal", y no pueden ser revendidas o alquiladas. Julio Borges, líder del partido opositor Primero Justicia, asegura que negarle a la gente el derecho a vender sus casas a quien quiera es el primer paso de lo que él considera una "cubanización" de las leyes de propiedad de Venezuela.

Una ley aprobada en 2009 amplió el poder del Estado para confiscar tierras en zonas urbanas si las considera improductivas, lo que ha aumentado el temor entre cierto sector de que el Gobierno esté planeando abolir sigilosamente el derecho a la propiedad privada de los venezolanos."Nuestras familias que viven en los barrios no reciben los títulos de propiedad de sus tierras", dice Barrios. "Simplemente los califican de 'ocupantes'. Eso convierte al Gobierno en el propietario de todo, y a sus habitantes en propietarios de nada".

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