Más rápido que inmediatamente, como apunta el dicho llanero del campo venezolano, un juez superior agrario, Augusto Méndez, destituyó a la junta directiva de Agoisleña con su presidente, Luis Enrique Fraga, a la cabeza.
El juez también decidió que el ministro de Agricultura, Juan Carlos Loyo, designe a la nueva junta, algo que hizo de inmediato. Agroisleña estaba formada por las empresas asociadas Proyefa, Insecticidas Internacionales, Venezolana de Riego y Semillas Híbridas de Venezuela.
La directiva "ad hoc" la conforman Riblia Rodríguez, Martín Noriega Escalona, Rommel Rodríguez Villalba, Ricardo José Oropeza, Vicyhomir D'Agosto y Mirzuled Hernández.
Riblia Rodríguez ya fue presidenta de la Corporación Venezolana Agraria (CVA) así como de la CVA Azúcar. También ocupó la presidencia de la Empresa Comercializadora de Insumos y Servicios Agrícolas (Encisa), adscrita al Ministerio de Agricultura y Tierras.
En Encisa, Riblia Rodríguez tuvo a su cargo el manejo de las Agrotiendas Socialistas, las cuales han sido calificadas por los productores como burocráticas y con poca capacidad para atender masivamente los requerimientos del sector agrícola vegetal.
La ahora ya ex junta directiva, se trasladó a Caracas al fin de ir evaluando las medidas a tomar tras el veloz traspaso del control administrativo, así como definir su respuesta ante la rápida decisión del Tribunal Superior Agrario.
La realidad es una y no hay pataleo: puede haber ciertos acuerdos económicos, pero estos irán muy despacio al momento de recibir las compensaciones. El calvario comienza ahora.
El presidente Hugo Chávez ha intervenido hasta más de 600 fincas - 2.5 millones de hectáreas-. "Y eso, ha dicho, es el principio. El socialismo vino a Venezuela para quedarse".
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