Christian Wulff, primer jefe de Estado alemán en sentarse ante la justicia

(Agencias). El expresidente alemán Christian Wulff comparece ante la justicia en Hanóver (norte) por tráfico de influencias, algo inédito para un exjefe de Estado en el país.

Wulff, de 54 años, se vio obligado a dimitir el 17 de febrero de 2012 después de que le suspendieran la inmunidad por varias sospechas de corrupción.

Según la prensa, Wulff se habría beneficiado de un préstamo con condiciones favorables para la compra de un bien inmobiliario cuando era presidente del estado federado de Baja Sajonia, de 2003 a 2010, y habría recibido diversos privilegios indebidos.

De todas estas acusaciones sólo queda una. El presidente más joven de la historia de la república federal será juzgado por haber permitido que un productor de cine amigo suyo, David Groenewold, le pagara una estancia en un hotel y una visita a la fiesta de la cerveza, por una suma que ronda los 700 euros.

Se prevén 20 días de audiencias, en las que declararán 46 testigos en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.