Claves para entender Siria en un minuto

  • El régimen de Bashar al Asad es la última dictadura árabe a la que Occidente y los países del Golfo han dado la espalda. Éstas son las claves para entender el conflicto.

Mujeres sirias protestan desde Jordania contra Bashar al Asad
Mujeres sirias protestan desde Jordania contra Bashar al Asad
Reuters

RÉGIMEN: Bashar al Asad heredó (por referéndum) la presidencia del país en el año 2000 tras la muerte de su padre Hafez, que había llegado al poder con un golpe de Estado en 1970.

La formación universitaria de Bashar en el Reino Unido y su mujer siria criada en Londres dieron esperanzas de apertura, pero el continuismo ha definido su gobierno sin oposición.

POBLACIÓN: 22,5 millones de habitantes con una esperanza de vida que alcanza solo los 75 años (en España es de 81 años), según el World Factbook de la CIA.

Aproximadamente el 20% de la población es analfabeta, pero los mayores de 15 años sí saben leer y escribir, de acuerdo con la misma fuente.

ECONOMÍA: Un 12% de los sirios viven por debajo del nivel de la pobreza.

La inflación (la variación de los precios de los productos) del país es del 7%, aunque hay países como Venezuela que están peor en este aspecto, con un 29% (en España no llegó al 4% en 2011 y ahora está en torno al 2%).

Había un 8% de desempleo en 2011, aunque con un 20% de paro entre los jóvenes hasta los 24 años, según datos de 2007.

Las crecientes sanciones desde el extranjero (especialmente las de la UE) son medidas de presión contra el régimen por la violenta respuesta que ha dado a las protestas ciudadanas, aunque también merman indirectamente la economía de los hogares.

RELIGIÓN: Bashar al Asad el alauí, minoría de la élite del paíscon la misma cantidad de creyentes que los católicos sirios (10%). La mayoría de la población es suní (74%).

La ley es principalmente laica, aunque islámica en asuntos familiares.

PROMESAS VACÍAS: El partido gobernante Baaz es de ideario teóricamente socialista. El presidente Bashar al Asad nombra a los ministros. Hay elecciones, pero sin oposición real (solo son legales los partidos favorables a la dinastía Al Asad). Las siguientes están previstas para 2014.

Las revueltas que comenzaron en marzo de 2011 han arrancado dos compromisos claves incumplidos: levantar la ley de emergencia (vigente desde 1963) y admitir a la oposición en la política. Pero los detractores de Al Asad exigen su marcha.

La respuesta violenta de las autoridades sirias a manifestaciones pacíficas, como denuncian organizaciones pro derechos humanos y atestiguan especialmente el alto número de muertos en Deraa (ya en marzo de 2011) y el bastión rebelde de Homs, no ha hecho más que acrecentar la oposición a un régimen autoritario.

REPRESIÓN: Han muerto más de 7.500 personas por los ataques de las autoridades sirias desde el estallido de las protestas, según datos de febrero de la ONU. Más de 400 eran niños.

Estas cifras se publicaron antes de la gran ofensiva de bombardeos sobre el bastión rebelde Homs, que comenzó el viernes 3 de febrero, y ha acabado con la vida de cientos de personas. La guerra civil da sus primeros pasos

VECINOS: La mediterránea Siria tiene a Israel y el Líbano al sur-sureste (con quienes se disputa los Altos del Golán). Además, es vecino de Jordania (también al sur) y Turquía (al norte), adonde huyen los refugiados sirios.

Pero a tiro de piedra, se encuentra también su fiel amigo iraní. Mahmud Ahmadineyad, cuyo país dispone de un potencial militar desconocido y temido por Occidente, ya ha advertido que defenderá a su país amigo si resulta atacado.

CONTEXTO GLOBAL: EEUU y los países europeos han llamado a consultas (retirado temporalmente) a sus embajadores en el país o han cerrado su legación diplomática en Damasco.

El Consejo de Seguridad de la ONU, conformado por 15 países, no consigue llegar a un acuerdo para pedir la marcha de Al Asad y el fin de la violencia, porque China y Rusia tienen derecho a veto y lo ejercen: ambos son aliados comerciales y políticos del mandatario sirio.

Solo la Asamblea General ha conseguido aprobar la hoja de ruta propuesta por la Liga Árabe para la marcha del mandatario sirio. Pero es un documento no vinculante contra el que también han votado China y Rusia.

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