Convocantes gallegos de 'Marcha de la dignidad' se desvinculan de incidentes

  • Los convocantes en Galicia de la 'Marcha de la Dignidad' han denunciado una "campaña de mentiras" surgida en el entorno del PP y del Gobierno para desprestigiar la protesta del pasado fin de semana y estudian presentar una denuncia por la actuación policial.

Santiago de Compostela, 26 mar.- Los convocantes en Galicia de la 'Marcha de la Dignidad' han denunciado una "campaña de mentiras" surgida en el entorno del PP y del Gobierno para desprestigiar la protesta del pasado fin de semana y estudian presentar una denuncia por la actuación policial.

Miembros de este colectivo comparecieron este mediodía ante la prensa en el Parlamento de Galicia para denunciar la actuación policial y lo que consideran "mentiras" en torno a los actos violentos en la protesta.

Rafa Escudero, secretario general del Sindicato Ferroviario, manifestó que el argumento jurídico de la Delegación del Gobierno en Madrid para plantear una demanda a los organizadores de las marchas "no se sostiene" y denunció una "campaña de mentiras" que coincide con los principios de la propaganda de Goebbels, apuntó.

La manifestación fue "tranquila, pacífica" y la respuesta del Gobierno fue intentar "silenciarlo" y para hacerlo "era imprescindible que los telediarios apareciesen con noticias diferentes a la manifestación, para que se hablase de las cargas policiales.

En este sentido, relató que los incidentes surgieron cuando cerca de la sede del PP en la calle Génova aparecieron tres personas que no procedían de la manifestación, que portaban una enorme bandera negra y tiraron petardos contra el control policial, pero en lugar de cargar contra ellos, dijo, los agentes lo hicieron "indiscriminadamente" contra los manifestantes.

Escudero insistió en que los convocantes están en contra de la violencia "toda, me refiero a toda, a la de la Policía también", y en que quien la causó no fueron los manifestantes.

Manuel Caamaño, de la CUT, lamentó la "campaña infame de intoxicación del PP y de la señora Cifuentes", delegada del Gobierno en Madrid, y lo que consideró una campaña para "criminalizar" un movimiento "que va a ser imparable".

Recordó que en el colectivo que impulsó las marchas hay dirigentes sindicales así como personas de distinto perfil político e ideológico. "Somos la resistencia gallega", dijo haciendo un juego de palabras sobre las fuentes que atribuyen los disturbios al independentismo.

La "artimaña de imputar a cuatro chavalitos" los incidentes revela que estamos "en un Estado de derechas y no de derecho", pero reiteró que "no nos van a amilanar" e indicó que los equipos jurídicos de los promotores de las marchas sopesan una denuncia por entender que la actuación "estaba premeditada" y habló de la existencia de un operativo "parapolicial".

La diputada de AGE Eva Solla, que participó en las marchas, calificó de "completamente vergonzosa la criminalización de una protesta totalmente pacífica y ciudadana" y denunció también la "manipulación y el silencio informativo" sobre las marchas.

La manifestación transcurrió "con total normalidad", dijo, en un ambiente festivo y de "lucha digna".

Preguntada por la publicación de que Resistencia Galega estaba tras los disturbios, Solla manifestó que le parece que la "inventiva del Gobierno no tiene límite ninguno".

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