Crece la intensidad de los combates en Alepo

  • Los rebeldes sirios han capturado un tanque del Gobierno y lo han usado para disparar contra una base área militar que se esperaba que fuera utilizada como un puesto para los refuerzos del Ejército en la batalla por el control de Alepo.

Crece la intensidad de los combates en Alepo
Crece la intensidad de los combates en Alepo
Agencias

Mientras tanto, las tropas del presidente Bashar el Asad continuan bombardeando el estratégico distrito de Salaheddine en Alepo con fuego de tanques y artillería, mientras los rebeldes intentan consolidar su poder sobre áreas que habían capturado.

En la capital Damasco, los soldados han invadido un suburbio el miércoles y mataron al menos a 35 personas, en su mayoría civiles desarmados, dijeron vecinos y organizaciones de activistas.

La lucha por las dos mayores ciudades de Siria subraya el rápido descenso del país en una guerra civil a 17 meses del inicio de protestas pacíficas que marcaron el comienzo del levantamiento antiAsad.

Las potencias han observado con creciente preocupación mientras los esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución negociada fracasan y empeora la violencia, que ya ha dejado una estimación de 18.000 muertos.

Más de 180 personas murieron ayer en Siria, 133 de ellas civiles y 45 miembros de las fuerzas de Asad, según el opositor Observatorio para los Derechos Humanos sirio.

La moral de los rebeldes fue impulsada cuando apuntaron las armas de un tanque del Gobierno contra la base área de Menakh, 35 kilómetros al norte de Alepo, un posible lugar de refuerzos del Ejército.

"Alcanzamos el aeropuerto usando un tanque que capturamos del Ejército de Asad. Atacamos el aeropuerto algunas veces, pero hemos decidido retirarnos en este momento", dijo un combatiente rebelde llamado Abu Ali a Reuters.

El Observatorio, partidario de la oposición, dijo que las fuerzas del Gobierno en la base aérea habían usado artillería y lanzadoras de misiles para bombardear la ciudad de Tel Rifaat, que se ubica entre la base militar y Alepo, el centro comercial de Siria.

Corresponsales de Reuters escucharon el jueves por la mañana fuego de artillería desde Salaheddine, en el sudoeste de Alepo, una vía de entrada a la ciudad de 2,5 millones de personas que ha sido un campo de batalla durante la última semana.

Soldados armados del Gobierno están intentando expulsar de la ciudad a una fuerza de unos miles de combatientes rebeldes, en una lucha cuyo resultado podría marcar un punto de inflexión en el conflicto.

Aunque las fuerzas del Gobierno han hecho esfuerzos por tomar Salaheddine, aún no han realizado un ataque contra la ciudad en su conjunto.

Las conexiones de teléfonos móviles están cortadas desde el miércoles por la tarde, llevando a especulaciones entre los residentes de que podría ser inminente una escalada militar.

Los rebeldes están consolidando áreas que controlan en Alepo, atacando puestos policiales e instalaciones militares menores con algún grado de éxito. Reclaman haber tomado tres comisarías esta semana.

Atrocidades en Damasco

En Damasco, aún un bastión del Gobierno pero escenario de combates durante las últimas dos semanas, fuerzas del Gobierno afrontaban nuevas acusaciones de atrocidades después de tomar el control de un suburbio el miércoles.

"Cuando las calles estuvieron despejadas, encontramos los cuerpos de al menos 35 hombres", dijo un residente que se identificó como Fares por teléfono desde Jdeidet Artouz, en el sudoeste de Damasco.

"Casi todos fueron ejecutados con balas en la cara, cabeza y cuello, en casas, jardines y sótanos", agregó.

La televisión estatal siria dijo que "docenas de terroristas y mercenarios se rindieron o fueron asesinados" cuando el Ejército realizó una incursión en Jdeidet Artouz y sus alrededores agrícolas.

Asad dijo el miércoles que su batalla contra los rebeldes decidirá la suerte de Siria. Pero su llamamiento a las tropas, en un comunicado escrito, no dio pistas de su paradero dos semanas después de un atentado contra su círculo íntimo.

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