La cifra asusta: 3.414 muertos ha sufrido Siria por los bombardeos internacionales desde que comenzaron estos, el pasado 23 de septiembre, y hasta la mañana del 23 de agosto. El objetivo es acabar con el EI en la zona, y según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, hay cientos de heridos de este grupo terrorista víctimas de los ataques.
Hasta 206 de los civiles muertos en estos bombardeos estaban en instalaciones petroleras de las provincias de Hasakah, Deir al Zor, Raqqa, Alepo e Idlib. De ellos, 65 eran menores y 39, mujeres.
En particular, el Observatorio destaca la muerte de 64 civiles en un bombardeo sobre Bir Mahli el 30 de abril de este año. Entre ellos había 31 menores de 16 años y 19 mujeres.
Estos ataques han acabado además con la vida de 3.061 miembros de Estado Islámico, la gran mayoría combatientes extranjeros, y de 136 milicianos del Frente al Nusra, la filial de Al Qaeda en Siria.
El Observatorio advierte de que estas cifras probablemente son en realidad mucho mayores, ya que solo incluye los casos documentados y comprobados y el Estado Islámico prohíbe divulgar cualquier dato sobre bajas y víctimas.
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