Los amigos de Katherine Rusell no pueden explicarse lo que le pasó. Hija de un médico y una enfermera, creció en Rhode Island y sus amigas la conocían como 'Katie'.
Estudió en la Daisyville Middle School, en North Kingstown, y en las fotos de la escuela siempre aparece sonriente.
En el instituto hay una imagen dedicada a los bomberos y policías sacrificados en los atentados terroristas del 11-S, en la que escribió de su puño y letra: "Para siempre en nuestro recuerdo", y debajo, "libertad duradera", relata el Daily Mail.
Cuando era adolescente, soñaba con sacar un título de médico y unirse al 'Cuerpo de Paz' para conocer mundo y hacer el bien, recuerdan sus amigos de infancia.
Pero todo cambió cuando fue a estudiar al 'Sussex University' en Boston, donde conoció a Tamerlan Tsarnaev, un prometedor boxeador y un buen atleta.
"Ninguna de nosotras pensó nunca que podía terminar casándose con un musulmán superestricto, dejar los estudios y taparse con un velo", dijo una vieja amiga.
En 2010, sin llegar a graduarse, la chica abandonó todo ya convertida en musulmana. Ese año se casó con Tarmerlan a los 21 y tuvieron una hija, que ahora tiene 3 años, y se llama Zahara.
"Lo más chocante es que no había nada en Katherine que la hiciera diferente a nosotras... Sus padres son gente estupenda y sus hermanas son divertidas. El cambio fue conocer a ese tipo", relata la excompañera.
Incluso, en esa época, escribió en su libro de graduaciones una frase que hoy puede resultar reveladora: "No creas en tí mismo, no te engañes con creencias; la sabiduría llega con la liberación de la muerte", una estrofa de 'Quicksand' de David Bowie.INVESTIGADA POR EL F.B.I.
La viuda de Tamerlán Tsarnaev está en el punto de mira de investigadores, quienes la visitan constantemente para interrogarla. Sospechan que sabe más de lo que dice.
Una de las preguntas que los investigadores esperan que revele es el motivo y resultado de la reunión entre su marido y un terrorista yijadista daguestaní en el Cáucaso ruso, quien fue acribillado por las fuerzas de seguridad rusas en 2012.
Ahora la joven vive con sus padres y no quiere ver a nadie.
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