Delhi, psiquiatría a nivel de calle

  • En la India, pocos ciudadanos tienen acceso a una buena atención médica, y menos a un psiquiatra. Pero no sólo eso, muchos indios desconfían de la ciencia y prefieren acudir a un curandero para expulsar los malos espíritus que castigan sus almas.
Mark Scheffler | Global Post para lainformacion.com
Mark Scheffler | Global Post para lainformacion.com

(El siguiente vídeo es en inglés. La transcripción de su contenido al castellano se encuentra más abajo.)

Delhi, psiquiatría a nivel de calle

(Delhi, India). Este hombre tiene un problema. Está convencido de que un espíritu está intentando ahogarle. Así que ha venido a esta ciudad llamada Sonapath, más o menos a hora y media de Delhi. Aquí, sobre el suelo de un templo, ha encontrado a alguien que, espera, pueda ayudarle.

Este curandero afirma que puede expulsar los demonios del cuerpo de este hombre."Mi mente no funciona. Alguien está tratando de estrangularme", [dice el paciente].

Para muchos indios, los lugares como éste son lo único que está a su alcance cuando se trata de solucionar lo que habitualmente calificaríamos de un problema de salud mental.En la India, las deficiencias crónicas en la atención psiquiátrica se ha convertido ya en un asunto que salta a la vista. Y eso a pesar de que el país está logrando grandes progresos en su desarrollo económico.

4.000 psiquiatras para 1.200 millones de habitantes

Según algunas estadísticas, únicamente hay 4.000 psiquiatras en todo el país [con una población de 1.200 millones de habitantes] para atender a indios que sufren depresión u otros problemas de salud mental. El doctor Samir Parikh, jefe de psiquiatras del Max Super Specialty Hospital en Delhi atiende a 40 pacientes por día para poder seguir los casos de forma regular: "Esto es el doble del estándar. Nos faltan un 300% de los psiquiatras que serían necesarios, basado en las necesidades de atención psiquiátrica de la población. Y la mayoría de estos psiquiatras se encuentran en las partes más modernizadas de la India. Así que, ¿qué pasa cuando empiezas a alejarte de las ciudades y entras en las áreas rurales? Como no existe accesibilidad alguna en estas áreas, la estigmatización [de estos enfermos] se acrecienta y así proliferan todas estas cosas de vudús y curanderos."

Más allá de la estigmatización, los pobres a menudo no tienen acceso a los médicos y mientras los curanderos se van haciendo más populares, ningún seguro médico cubre el tratamiento psiquiátrico. Además, está el problema de que los ciudadanos a menudo no culpan a la ciencia de sus problemas de salud mental sino al mundo de los espíritus.

Los espíritus, un problema añadido

Dr.Ajay Pal Singh, psiquiatra del Max Medcentre: "Ellos creen que están predestinados a ello. Si no te va bien, puede que sean tus pecados de una vida pasada los que estás pagando ahora. O podría ser algo que has hecho cuando eras muy joven y te están castigando por ello".

Para tratar de poner remedio al problema, el doctor Nimesh Desai, jefe de psiquiatría del Instituto sobre Conductas Humanas y Ciencias Relacionadas, atiende a pacientes en las partes más deprimidas de la ciudad. El año pasado consiguió obtener el permiso de las autoridades, caso por caso, para inyectar medicamentos antipsicóticos en plena calle a aquellos enfermos que no tienen familias y que tampoco tienen la estabilidad emocional suficiente para dar el consentimiento por sí mismos [a este tratamiento].

Shia es uno de ellos. El doctor Desai dice que ha mostrado signos de mejora en los cuatro meses que lleva recibiendo la medicación: "Hacer esto en la calle es un experimento. Pensamos que era mejor que recibieran el tratamiento aquí, donde está la gente, más que conseguir que fueran al hospital. [Shia sonríe.] Esa sonrisa llena de significado es una recompensa tan grande..."

La psiquiatría está ganando más credibilidad entre otros profesionales médicos en la India, pero las terapias de consulta y el tratamiento de las depresiones siguen sin funcionar [por falta de recursos y de especialistas]. La creciente aceptación podría ayudar a que se incrementara el número de psiquiatras aquí. Mientras tanto, los métodos tradicionales siguen triunfando.

De vuelta en el templo, el curandero parece haber curado a Mahindra y Jelou, una pareja que asegura que ya no sufren depresión."Cuando vinimos a este lugar, este señor nos ayudó. Fuimos tratados".

Curanderos y psiquiatras de la mano

Aunque la ciencia es más segura, el doctor Parikh cree que el trabajo del curandero puede proporcionar una forma legítima de terapia para una población que necesita ayuda desesperadamente:"[Hay que ]asegurarse de que los avances en el tratamiento de la salud mental llega a las personas normales. [Pero] no está llegando a los ciudadanos comunes. ¿Quién llega a la persona de a pie? Pues el curandero. Así que intégrelo en su sistema. Pero no hay que decirles 'usted es tonto; yo soy el doctor, yo he estudiado todos estos años, yo entiendo estos neurotransmisores y estas químicas del cerebro que usted no entiende, todo sobre lo que usted está hablando son unos ejercicios de respiración, espíritus...' Los tiene que integrar."

Pero en lugares como Sonapath, y a lo largo y ancho de la India, el objetivo de integrar supersticiones locales con las grandes clínicas médicas de las ciudades, parece tan ilusorio como los espíritus que aún siguen a la caza y captura de los enfermos.

Mostrar comentarios