Detenidos dos policías por la muerte de un niño de seis años en EEUU

La muerte del pequeño Jeremy Mardis se suma a una larga lista de casos de brutalidad o abusos por parte de policías desde el año pasado que han generado tensiones en Estados Unidos, en muchos casos con componentes raciales que provocaron también violentas protestas.

Mardis, un niño autista de seis años, fue abatido por disparos de los agentes durante una persecución policial al vehículo de su padre, que iba desarmado. El hombre se encuentra en estado grave.

Los agentes,Derrick Stafford y Norris Greenhouse, fueron detenidos este sábado, acusados de homicidio y tentativa de homicidio. Ambos habían sido ya suspendidos de su trabajo. Otros dos policías están también implicados en el suceso, aunque por el momento no han sido detenidos.

Según varios testigos, el niño falleció en el acto por cinco disparos que le alcanzaron la cabeza y el pecho. El pequeño viajaba en el asiento delantero del coche. "No merecía morir de esa manera", explicó conmocionado el coronel Michal Edmenson, jefe de la policía del estado de Luisiana, en una emotiva rueda de prensa, en la que afirmó también que la placa de policía ha quedado "manchada" por los terribles hechos. Mardis es la víctima más joven abatida por disparos de la policía en lo que va de año.

Según la investigación, los cuatro agentes iniciaron la persecución tratando de detener a su conductor, que al parecer tenía una orden de detención pendiente. Éste supuestamente intentó dar marcha atrás en una calle sin salida en dirección a los agentes, que respondieron abriendo fuego.