EEUU se plantea almacenar en Nevada los residuos radiactivos de las bombas atómicas de Palomares

    • El riesgo radiológico para la población sigue vigente, a través de las partículas contaminantes si se transmiten por el aire o por los alimentos.
Tribunales.-Fiscalía pide informes a CSN, Ciemat y Junta sobre los residuos radiactivos en Palomares
Tribunales.-Fiscalía pide informes a CSN, Ciemat y Junta sobre los residuos radiactivos en Palomares

El Gobierno de Estados Unidos se plantea transportar los residuos radiactivos de las bombas atómicas que cayeron en Palomares (Almería) en 1966 y almacenarlas en el Sitio de Seguridad Nacional de Nevada, según consta en la planificación para 2015 del Departamento de Energía estadounidense.

De este modo, este emplazamiento está "considerando" una evaluación ambiental sobre la cobertura para su almacenaje y posterior transporte de los residuos de baja intensidad de Palomares, hasta el almacén de residuos de Nevada, según señala el documento avanzado por El Confidencial y al que ha tenido acceso Europa Press.

Sin embargo, el departamento estadounidense señala que esta propuesta está aún en una "etapa temprana de consideración" y que no se ha tomado aún una determinación formal.

El 17 de enero de 1966 hubo una colisión accidental de dos aeronaves estadounidenses en una operación de repostaje en vuelo. Los dos aviones quedaron completamente destruidas y sus restos se extendieron sobre cientos de hectáreas en el litoral y en el mar en Palomares, una pedanía de Cuevas de Almanzora (Almería).

Entre estos restos había cuatro bombas termonucleares. Al impactar con el suelo, dos de las bombas deflagraron y parte de su explosivo químico se diseminó. En concreto, quedaron esparcidos buena parte de los 9 kilogramos de combustible nuclear fisionable, en forma de óxidos de plutonio, uranio y americio, fundamentalmente.

En el informe del CSN 'Palomares, en el camino de la normalización radiológica', se asegura que desde 1966 los programas de vigilancia "no han mostrado ningún resultado que haga sospechar la existencia de morbilidad inducida por las radiaciones ionizantes y que no hay ninguna patología directamente relacionada con la dispersión de material radiactivo en el medio ambiente a causas del accidente".

Sin embargo, el riesgo radiológico para la población sigue vigente, a través de las partículas contaminantes si se transmiten por el aire o por los alimentos. "La restricción de uso de los terrenos aseguró que la exposición de la población fuese muy baja", valora el documento.

El 7 de julio de 2010, se celebró en Washington (Estados Unidos) una reunión entre el departamento de Defensa y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, en la que se informó al Gobierno norteamericano de la situación de Palomares y se insistió en que "la única solución definitiva es la retirada del suelo contaminado".

Poco más de medio año más tarde, entre el 22 y el 25 de febrero de 2011, técnicos estadounidenses y españoles se reunieron en Madrid y también se trasladaron a Palomares. La delegación estaba formada por expertos en rehabilitación y gestión de residuos, manteniéndose las discusiones técnicas sobre las opciones de actuación y propuestas de reitrada, limpieza radiológica o rehabilitación de los terrenos que seguían entonces con restricciones. Según añade el informe del CSN, "la visita fue muy fructífrera y supuso un avance notable en aspectos técnicos".

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