Aníbal Cavaco Silva volverá a ser presidente de Portugal este domingo. Durante los días anteriores a la elección todos los sondeos han colocado a Cavaco como favorito. Si todo sale según lo previsto, el actual presidente de centroderecha repetirá otros cinco años en la presidencia.
Se espera que este resultado asegure las medidas que ha tomado el Gobierno de José Sócrates para evitar el rescate financiero que ha sobrevolado Portugal las últimas semanas.
La figura del presidente en Portugal podría compararse a la del Rey en España. Sin embargo, existen diferencias. Además de la representación del país en el exterior, el Presidente de la República "puede hacer presión mediática o usar el proceso de la 'bomba atómica", explica Patrícia Calca, doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Lisboa.
¿El juego de la bomba atómica?
Aunque los candidatos no pueden pertenecer a un partido político concreto, sí pueden acudir a las elecciones respaldados por uno, lo que puede ocasionar situaciones como la actual.
Mientras que el primer ministro, Sócrates, pertenece al Partido Socialista (PS), el presidente de la República lusa está respaldado por el Partido Social Demócrata (PSD), de centroderecha. Esta situación provoca un juego político muy interesante, pero también algunas tensiones.
El presidente, en posesión del derecho a usar esta 'bomba atómica', tiene en la mano la disolución de la Asamblea de la República y la convocatoria de elecciones legislativas. "Lo que sí que afecta directamente al Gobierno", dice Calca.
La prudencia de Cavaco
Si Cavaco gana por segunda vez, la Constitución portuguesa le impediría volver a hacerlo, un detalle con doble filo. "Ahora es más probable que use la bomba", concreta Calca. Según la politóloga, "si Cavaco quiere usar esta 'bomba atómica', ahora es el momento en el que no tendrá consecuencias políticas para él". Pero no se espera que algo así ocurra.
"Si algo caracteriza a Cavaco es su prudencia", dice Guillermo de Llera, presidente de la Casa de España en Lisboa. Acostumbrado a tratar con empresarios, reconoce que "a nivel económico, los candidatos alternativos no dan la talla". A un año de las elecciones legislativas, el Presidente no se arriesgará a disolver la Asamblea, explica De Llera con seguridad.
Cavaco ya dijo esta semana: "Me conocen, defiendo la estabilidad política". Parece que es el candidato seguro.
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