Una vez más se demuestra que las atrocidades del Estado Islámico no conocen límites y no tienen intención de hacerlo. La última ha sido la decapitación de un joven llamado Ayham en Mosul (Irak). El menor había sido 'juzgado' por tener, supuestamente, imágenes y canciones obscenas en su teléfono móvil, según informa RT.
Veinte días antes de la ejecución varios milicianos del grupo terrorista se acercaron a la tienda del padre de Ayham para llevárselo, torturarlo y finalmente decapitarlo. Todo esto se correspondía al juicio de la ley islámica. El joven fue asesinado en una plaza central de la ciudad iraquí.
"Miembros del Estado Islámico llevaron el cadáver del joven a su familia con la cabeza separada del cuerpo", informó una fuente en la provincia de Nínive citada por la agenciaABNA.
No es la primera vez que el grupo yihadista no hace distinción de edad entre sus víctimas.Un niño de 12 años crucificado
El pasado mes de octubre las imágenes que se hacían públicas estremecían a todo el mundo. En la ciudad siria de Alepo, los terroristas del autodenominadoEstado Islámico(Daesh) torturaron cortando los dedos a un niño cristiano de 12 años antes de crucificarlo junto a su padre.
Mientras que el Daesh, otros grupos rebeldes y las fuerzas gubernamentales sirias convertían Alepo en una zona de guerra, los yihadistas tomaron varios pueblos de los alrededores.Los pastores cristianos optaron por quedarse en esas localidades, para seguir atendiendo a los fieles.
Además del padre e hijo crucificados, ocho personas más, entre ellas dos mujeres de 29 y 33 años a las que violaron, fuerondecapitadas por los terroristas,por no haber renegado de su fe.
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